Estaré contigo

Despierta

Sentía algo alrededor de mi cadera, una sensación muy agradable, acurrucada en las sabanas, sentía como alguien me abrazaba, cada vez un poco más fuerte, pero se sentía muy bien, estar dormida, en tu casa, sola, mientras que alguien te abrazaba... ¡¡¡Sola!!!

-¡¡¡Yo vivo sola!!!- Me levante a gran velocidad y mire a mi alrededor preocupada, tras unos segundo de ojear mi alrededor me sentí un poco calmada me alegre al no ver a nadie en mi cuarto.

Me volví a acostar exaltada, mire a mi escritorio y revise el reloj, las diez en punto, sería muy tarde, pero es sábado, solté una pequeña risa al pensar que todo lo había soñado.

-Oye... ¿Por qué el alboroto?

-Sentí que había alguien aquí, ¿no es gracioso? Je je je...je je...je.....- El miedo se apodero de mi cuerpo, podía sentir el brazo de una persona, agarrando mi cintura, no sabía que hacer, como reaccionar, miles de pensamientos invadieron mi mente, ¡¿Un violador, un ladrón...UN VIOLADOR-LADRÓN?!

-Oye....No te muevas que yo estoy durmiendo...- Decía una voz un poco dormida, sentía cada vez su cuerpo más cerca de mí, era algo tan tenebroso.

-¡Aléjate de mí violador!- Grite mientras lo lanzaba fuera de la cama, quedando el completamente abajo con todas las sabanas encima de él.

-¡Oye, que falta más grande de respeto! Y yo que estaba hacien...- Se quedó mudo por un momento, mientras me observaba detenidamente y sin moverse.

-¡Que estás viendo violador!

-E-estas...d-d-desnuda- Mientras decía eso mire a mi cuerpo y note esa gran falta de ropa en mí, estaba totalmente expuesta, el frio golpeaba mi cuerpo mientras que la sensación de estar siendo observada pervertidamente me dejaba paralizada.

-¡¡¡Pervertido!!!- Solté el grito que lo dejo atónito, me levante corriendo y me metí sin pensarlo al baño, mientras escuchaba como él me hablaba.

-Oye tranquila, yo solo estaba durmiendo, no es mi culpa que tú durmieras desnuda... (Aunque tu cuerpo era suave)-

--¡¡¡PERVERTIDO, VIOLADOR, NO TE ACERQUES!!!

-Vamos, perdóname, además ni siquiera sabes quién soy.

-¡¡¡EXACTO!!!- Me sentía cada vez más alterada, asustada por el sentimiento de pensar que me violaría, las lágrimas empezaban a salir de mis ojos mientras sollozaba lentamente.

-Oye... ¿estás bien, te lastimaste?- Su voz era de alguien conocido, pero el miedo me controlaba –N-no, tan solo vete antes d-de que llame a la policía.

-Je je je, imposible.

-¿Qué, de que estas hablando?

-Tu teléfono eta aquí afuera- Esas palabras me asustaron más, sentía que era el fin y no podía hacer nada, lentamente quite el seguro y me senté en la esquina del baño... Con un nudo en mi garganta esperaba su entrada, y así fue, el abrió la puerta y entro, el miedo evitaba que lo viera a la cara, y con un sonido que incluso hasta sentí tierno le dije: -S-se gentil...P-por favor.

-Espera... ¿Qué, d-de que estas hablando?

-N-no te hagas, v-vamos... ¡¡¡Viólame!!! ¡¿A eso viniste n-no?!

-¡¡¡oye, oye, oye, oye, tranquilízate...!!! Yo no estoy aquí para eso, ¿Es que acaso no recuerdas que yo no haría nada así?

Esas palabras me dejaron atónita, me sentía muy confundida, lentamente levante la mirada y me di cuenta de lo que tenía enfrente de mí, la figura viva... No, la figura de un fantasma, un joven alto, con el cabello un poco desordenado, y a mas no poder guapo, de ojos cafés, y piel tersa, con unas ropas inconfundible, una bufanda roja carmesi, un saco negro y unos jeans, a pesar de todo, era muy elegante.

-T-tu, p-pero, ¡¿e-estas vivo, c-como, Riki?!-

-Ya... Tranquila, sería mejor que te vistieras, aun puedo ver algo de tu cuerpo-

Me levante rápidamente, atónita, me dirigí rumbo a mi cuarto y me puse lo primero que vi, una sudadera grande que cubría la mayor parte de mi cuerpo, además de unas bragas, sabía que todo podía suceder, pero estaba confusa, me dirigí a mi cama y me senté en la orilla.

-Ahora, ¿por qué estás aquí?