REINICIO [XiuHan/LuMin] FINALIZADO

00. TE ESTUVE ESPERANDO

«Lu Han vive tanto, Minseok tan poco».

‹PANDEMONIO› es el nombre del bar nocturno en el que ‹Artificial Love› acaba de presentarse aquella noche; Una banda amateur de punk rock local. Con pantalones ajustados de látex y chaquetas de cuero relucientes, son la última tendencia de aquellos años '70.

Con cierres metálicos, plataformas, y zapatos de combate abrochados hasta media pantorrilla, son el delirio de adolescentes y de hasta treintañeras.

El guapo guitarrista se ajusta su chaqueta de tachas puntiagudas cuya secuencia forma un 99 en la espalda; Su identificación personal, como el concepto que acostumbran a usar para distinguirse.

—Aquí tienes. —JongIn, el barman de 22 años, deja sobre la tarima un 'Paraíso Perdido'. Haciéndole honor al Club (Pandemónium cuyo nombre significa capital del infierno) es el trago estrella de la noche; Un poco de tequila reposado, zumo de piña, limón, y otras cuántas cosas más. —¿Qué tal?

99 da un primer sorbo, bebiéndose el resto de una sola probada. —Nada mal.

Arruga el ceño al final; Por una explosión de dulce y picante, como lava hirviente derritiéndose dentro de su boca hasta el paladar con más de 30 grados de alcohol en total.

—Mi hermana te envía saludos, le gustas. Su debilidad son los guitarristas. —La novia de JongIn pinta sus largas uñas de un rojo fluorescente a un lado de la mesada prestándole atención por primera vez. Lleva un pantalón a la cadera y un peto de encaje negro que muestra casi todo el estómago sin dejar demasiado a la imaginación. —La guapa, la mayor.

—¿Cuándo volverán a presentarse? —JongIn captura su atención.

—El 29 de este mes.

Busca en el calendario sobre la pared encerrando la fecha señalada con un gran círculo rojo para no olvidarlo. Así como está ese mismo día; 20 de abril.

—Nuestro aniversario, cumplimos un año hoy. —La chica explica dibujando corazones alrededor de los meses con su lápiz labial, besando luego sobre la mejilla de su novio.

Minseok aprovecha aquel instante para irse.

La entrada/salida del recinto no es más que una pequeña puertecita que da escaleras abajo con un sótano renovado. Es al final de un oscuro callejón, sin guardias ni porteros, con sólo un letrero de neón encima y luces led destellantes. Sin embargo, es la suficiente dirección para rostros familiares, conocidos que acostumbran siempre a ir, siendo algo más bien exclusivo.

A las 11 de la noche, Minseok vive lo bastante cerca como para ir a casa a pie en vez de usar la furgoneta de la banda.

Cruza su Gibson Flying V por la espalda, ocultando la mitad del metal puntiagudo que forma el 99 posterior. De un cuerpo de caoba, mástil con laca de ébano para producir tonos gruesos y potentes, un diapasón de palisandro de veintidós trastes, cerámicos humbuckers y níquel, es su más grande adquisición que significó cinco años de trabajos de verano resumidos a un poco más de mil quinientos euros.

A sus veintitrés, es algo así como un famoso local en ascenso.

La semana pasada firmó un montón de autógrafos por la calle de adolescentes que lo reconocieron, aunque los focos casi siempre estaban en el sombrío cantante líder; 12. Los chispeantes de los coros, 21 y 4. O el apuesto baterista de un metro ochenta y cinco: 61.