02. NO TE VOLVERÉ A PERDER.

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Minseok patea una gastada pelota de goma contra una de las murallas por el lado interior del Orfanato. Simulando jugar fútbol, practica las atrapadas. Lleva un short veraniego que deja ver sus rechonchas y cortas piernas magulladas, bajo una camiseta con algunos cuántos agujeros demasiado ancha para el pequeño cuerpo de 4 años.

Resbala cayéndose de rodillas, la pelota escapa hacia lo alto de un árbol, rompe a llorar.

Ya no llores... —Siendo mediados de junio, es la primera vez que Lu Han lo visita. Sólo necesita de su altura para bajar el balón del arbusto. Arrodillándosele al frente, se lo ofrece con una dulce sonrisa. —¿Ves? Aquí está, no hay motivos para llorar.

No es por esho,

Tras la caída, sus rodillas se hieren comenzándoles a sangrar. Lu Han lo levanta fácilmente en sus brazos como si fuese un pequeño bebé. Lo carga hogar adentro, insistiendo en que él podía curarlo hallando un botiquín de primeros auxilios.

—Tienes que ser fuerte. —Untándole encima un algodón con alcohol, sopla sobre sus rodillas. —¿Eres un muchachito fuerte, cierto, Minseok?

Pregunta si lo recuerda, el pequeño asiente restregándose los ojos con ambas manitas;

—¡Mi ángel guardián! —Asegurando que lo ha visto en sueños.

Lu Han se siente lo suficientemente halagado, pero niega mencionando que en realidad era quien fue a verlo jugar fútbol dos días atrás.

—¿Eres feliz aquí, Minseok?

¿Cómo podría serlo?

A su corta edad, no es demasiado lo que habla soltando más que nada monosílabos. Pero Lu Han puede rescatar ciertas oraciones. Como, por ejemplo, que heredaba la roída ropa de los mayores, así como el calzado.

Bosteza, cansado, cuando por las noches apagaban las luces lo suficientemente temprano sin poderse dormir a causa de su temor a la oscuridad.

Minseok tiene el rostro sucio con polvo y la nariz llena de mocos. Lu Han lo limpia delicadamente con la esquina de su camiseta.

—¿Quieres salir esta tarde conmigo? —Lo anima a "explorar el mundo". El niñito abre grandes ojos repleto de ilusión;

—¿P-Puedo? —Nunca los dejaban salir, obligándolos a cumplir estrictos horarios.

—Claro. —Lu Han le sonríe tiernamente, atrapándole entre dos dedos su pequeña nariz. —Confía en mí.

El Festival Danoje dura en Gangneung toda una semana.

Por la tarde recorren el mercado Nanjang, vislumbrando sus artesanías locales y las representaciones circenses; Malabarismos, acrobacias, fuegos artificiales.

Minseok se asusta de ver tanta gente, en tan amplio escenario, a diferencia de la cárcel en dónde estaba acostumbrado a vivir. Tira de una esquina del pantalón a Lu Han, atrapando aquellos largos y sólidos dedos con sus pequeñas extremidades.

No tengas miedo. —Aquellas manos tan frágiles y puras, Lu Han no resiste el impulso de tomarlas. —Siempre estaré aquí para ti.

Para la noche, el ritual chamanista rinde homenaje a la divinidad de la montaña rogando protección de futuros desastres naturales y la paz y armonía para los residentes del pueblo.

Presentan música tradicional alrededor de fogatas, cantos populares, y poesía narrativa.

Cada año los visitantes participaban en la fabricación de abanicos, licores sagrados, galletitas de arroz. Minseok se aterra con el teatro de máscaras Gwanno, cuyas caretas eran pálidas estructuras con mejillas pintadas en círculos rojos.

REINICIO [XiuHan/LuMin] FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora