Capítulo 1: Una cita inolvidable

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Saludos a todos, esta es mi primera vez que escribo un fanfic. Espero les guste. La idea se me ocurrió durante mis vacaciones. Los personajes pertenecen a Kyoko Mizuki, Yumiko Igarashi, e Izumi Tōdō. ( Excepto por dos animalitos)

El título lo elegí porque, me hubiera gustado que Anthony fuera ese amor dulce y definitivo para nuestra querida pecosa. Pensé también que sería interesante que Candy y Nadja se conocieran, por las similitudes que comparten. De antemano digo: Terry no estará en esta historia, Sin intención de ofender a las Terrytanas.



Candy y Anthony caminaban juntos por el pueblo, buscando a quien quisiera conservar el ternero que Anthony ganó en el rodeo. Preguntaron y la respuesta siempre fue negativa. De pronto, un hombre vestido con gorro y delantal le dijo a Candy:

- Si tu no lo necesitas, yo lo cuidaré.

- Que bien. Dijo Candy sonriendo.

El hombre se alejaba con el ternero, pero de repente Anthony gritó al ver a donde iban.

- ¡Una carnicería!

- ¡Aaaay!

- ¡Pronto, vamos!

Candy y Anthony sacaron de ahí al ternero mientras el carnicero reprochaba:

- ¡Vuelvan aquí! ¿Qué les pasa?

A poca distancia, un hombre trababa de obtener clientela diciendo alegremente:

- ¡Vengan todos a la calesita*! ¡Una vuelta es un país de ensueño, dos vueltas y será una calesita llena de hermosas flores!

Justo en ese momento pasaban Candy y Anthony.

- ¡Eh ustedes dos! ¿Quieren subir?

- ¿Podría hacerme el favor de cuidarme este ternero señor? Le preguntó Candy.

- ¡No, no, no, no! Un momento, trabajo únicamente con caballos, no con vacas.

- ¡Candy, Candy!

- ¡Es Steve!

El señor Steve, padre adoptivo de Tom, llegaba en su carreta.

- Vine a buscar el ternero de parte de Tom, me lo llevaré Candy.

- Muchas gracias Steve.

- Aquí está, por favor saluda a Tom, Steve. Dijo Anthony luego de entregar el ternero. Tom era un hermano para Candy, pues gracias a él, Candy y Annie fueron recogidas en el hogar de Pony. Y recientemente, había creado una gran amistad con Anthony. Lo ayudó a practicar para el rodeo, y le enseñó a trabajar en el campo.

- Un momento, no puedo llevarlo gratis, voy a pagar por él.

- No podemos cobrarlo.

- Tómalo como un regalo. -Dijeron los jóvenes, quienes solo querían el bienestar del animal-.

- Será un estorbo para ricos como ustedes, pero para mí es muy valioso, pues si no me lo cobran no pienso llevarlo, decidan.

- ¿Qué piensas hacer Candy? - Preguntó Anthony. -

- Está bien, tomaremos el dinero

- Gracias, aquí tienes lo tuyo Candy. -Dijo el señor Steve entregándole cinco monedas de bronce -.

Amor dulce y definitivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora