Capítulo 1

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Los gemelos Weasley.

—¡Mierda! ¡Saaaaam!

Sam bajo corriendo torpemente de la habitación de su hermano mellizo con un bote vacío en la mano, lo tiró en medio del comedor y corrió lo más rápido que pudo mientras que se doblaba de la risa y hacia un gran esfuerzo para no caerse al suelo. Su mellizo, Ben iba detrás de ella empapado con agua fría de pies a cabeza, con el cabello despeinado, todavía con el pijama puesto y descalzo.

—¡Samantha te mataré!

Se acercó a ella lo más rápido que sus pies descalzos y mojados le permitieron. Ya estaba familiarizado con las bromas de su querida hermana melliza, siempre lo despertaba de alguna forma no muy normal. Todavía recuerda esa vez cuando le tiro el gato de su hermano que al caer en su cara lo rasguño con las filosas uñas. (Que ahora por desgracia se perdió, lo que alegro a todos ya que ese gato estaba loco, a todos, menos a Sam que adoraba el gato loco, pero estaba viejo y en algún momento seguro se acababa sus vida)

—¡Ay Ben! Espera.. ¡no! —se agachó para que el bote que había tirado su hermano no le pegara—¡Iremos a Hogwarts, Ben!

Su hermano se detuvo en seco y sonrió. Quizás debería acordarse de las cosas más seguido, sabe ser muy despistado, su primer año en Hogwarts, ya habían recibido la carta y hoy estarían partiendo para la estación. Ahora entendía por que tanta emoción en su hermana, había perdido la noción del tiempo.

—Pero no es motivo para que..me despiertes así..

—Lo siento..es la emoción hermanito—Sam se encogió de hombros.

—¡Samantha, Bennet!

Sam iba a quejarse, ya que odia que la llamen por su nombre completo y prefiere el diminutivo Sam. Su madre apareció en la puerta del comedor con los brazos cruzados. Pegaron un salto al ver a su madre con cara de enojo, no se habían percatado del desastre que habían echo. El tan limpio y brilloso piso del comedor ahora había un enorme charco de agua en el medio, una silla caída que no saben como hizo para caerse y un adorno tirado.

— Ya limpian esto..—señaló el suelo que estaba empapado de agua— y cuando digo ya es ¡ya!—agrego cuando vio que sus hijos no se movían y la miraban sin decir nada.

Corrieron a buscar cosas para limpiar el comedor. Si al menos supieran algún encantamiento para limpiar más rápido..pero claro..no sabían..

Narra Sam.

¡Hogwarts! ¡entramos a hogwarts! La carta nos llegó hace poco, y hoy partiremos a Hogwarts. Ese castillo..según lo que nos contaron nuestros padres y nuestro hermano mayor Luke..¡es genial! Es enorme y muy hermoso y el gran comedor..¡ya quisiera estar ahí! Y espero, esperamos que nos toque la casa Gryffindor, mis padres pertenecieron a esa casa, al igual que mi hermano.
Espero hacer amigos allí con los que pueda hacer bromas, si, soy una amante de las bromas. Mis padres odian eso, ya que siempre se enojan, me parece que mientras más viejos se ponen más aburridos también..o quizá no les guste que tire petardos bajo sus camas, no claro.

Llegamos a la estación de trenes King's Cross en Londres. Vaya estación..esta lleno de muggles y son tan ciegos, nunca ven nada de nada, parecen que andan muy apurados como para pararse a observar a las personas o solamente son idiotas. Optó por la segunda.

—¿No te olvidas a Liz verdad?

Liz es mi mascota, una gata blanca de no menos de dos meses, es pequeñita, peluda y suave, parece más bien una de esas esponjas suaves muggles que un animalito. Tiene un ojo verde y otro ojo celeste cristalino ¡Y sé la pasa durmiendo! Parece que es verdad eso que dicen que algunas mascotas se parecen a sus dueños (por dormir, no por los ojos, mis ojos son marrones caca)

Weasley, los bromistas de hogwarts (reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora