III

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Los alumnos iban y venían por los pasillos con rumbo a sus respectivos salones. Jackson apenas llegaba al portón, estaba exhausto de lo mucho que había corrido desde su casa, pero ya se había perdido la primera hora por trasnochar en asuntos místicos, con suerte llegaría a la segunda clase... Debía apurarse.


En la casa de los Jeckyll se encontraba Deuce, solo y aburrido, caminaba de un lado a otro buscando algo en que entretenerse; la madre de Jackson se había ido hace una hora así que era libre de pasearse por ahí... Sin nada que hacer, de todos modos, pues después de recorrer en círculos el lugar noto que los humanos son extremadamente aburridos. Su única entretención era su celular, el cual se le trababa a veces pues ninguna de las aplicaciones que poseí tenia existían en ese mundo... Y tampoco podía comunicarse con nadie – Moriré aquí...

Deuce se echó en el sofá y se quedó mirando la ventana por un rato... ¿Que se supone que haría? No quería sentarse a esperar que Jackson volviera de la escuela así que... ¿Qué podía hacer?

"Puedo salir si cubro mi cabeza"

Con esa idea en mente (Y en ausencia de cualquier otra) subió a buscar entre la ropa del humano una chaqueta o algo que le quedara para ocultar eso que lo hacía sentir tan orgulloso, para su sorpresa encontró una chaqueta roja con llamas en el armario de su anfitrión... Se le hizo familiar, pero hasta ahí; se la puso con todo y capucha, acomodo sus lentes y salió por la ventana.

Como cualquier chico normal, anda ya.


Jackson estaba en el laboratorio de química anotando unas fórmulas que el profesor había dejado antes de irse, al terminar se sentó para hacer lo que normalmente hacia: Observar a su alrededor.

En una esquina estaban las chicas del club de animadoras, no hablaba con ninguna... Excepto con Frankie... Con ella había tratado alguna vez. Por otro lado estaban los apodados "nerds", donde el debería estar según los parámetros establecidos, pero no soportaba que todos los "inteligentes" fueran los chupa-medias de la capitana del club de animadoras... Esa tipa le caía mal.

En otro lado estaba Torelai y las gemelas limándose las uñas con toda la naturalidad del mundo, y por último, el club de baloncesto, el grupo de los hombres bien hombres, donde él no encajaba ni a palo... Y en el medio del salón estaba él... Sólo, como siempre.


Por las calles de la ciudad andaba Deuce, todo le resultaba tan familiar, pero al mismo tiempo se extraño, era como estar en su mundo... Pero en versión "humano".

Las tiendas, parques, escuelas, todo estaba en su sitio... Quizás... ¿También estarían las personas que conocía... Como humanos? La curiosidad se apoderó de él, no perdía nada echando un ojo ¿Cierto? El instituto debía encontrarse donde él recordaba ¡No había pierde!


Jackson estaba sentado en una banca mientras comía uno de sus fríos emparedados con café, no tenía mucho apetito, pero debía hacerlo o volvería a enfermarse de anemia... Y no quería tener que tragar ese montón de pastillas otra vez, ni tener dietas que seguir. Una sombra cubrió su rostro de repente, pensó que era Torelai así que se limitó a responder primero – No traje dinero hoy.

En lugar de una carcajada obtuvo silencio incomodo, seguido de una respuesta nerviosa y femenina –... Y-yo no quiero eso...

– ... – ¡Recórcholis!

Jackson levanto la cabeza para ver a la chica que estaba frente a él, sonriendo nerviosa - Hola Jackson.

– Hola Frankie... ¿Puedo... Ayudarte en algo? – Él casi apostaba que no era el caso, pero por si acaso, ser cortes no estaba nunca de más.

– Eh, bueno... Quería preguntarte por tu hermano, si no es mucha molestia, claro

Tanta fortuna no podía ser cierta, definitivamente – ¿Holt?

– Es el único que tienes... ¿Cierto?

Jackson asintió medio hastiado, no quería pensar en ese tonto justo cuando le fallaba el apetito – Él te dio su número Frankie, puedes llamarle o escribirle, será más confiable que cualquier cosa que te diga.

– Creo que lo cambio... Lo llamo y se va a correo enseguida... Y cuando le escribo no le llegan los mensajes... Pensé que, a lo mejor, tú podrías ayudarme con eso... Ha conseguir el nuevo número, claro.

Que Jackson supiera, y no era mucho de hecho, Holt seguía teniendo el celular de siempre con la tarjeta de siempre – Él tiene tu número, ya te contactará cuando pueda... O quiera, es bastante despistado.

– Es que... No me llama hace un tiempo... Un largo tiempo...

Jackson la miro con un poco de lástima, no era la primera vez que su ""adorado"" hermano ignoraba a una de sus novias ¿Por qué no escogía solo a chicas de su academia? Para de paso ahorrarle a Jackson la tarea de plantarlas en su lugar - Seré sincero Frankie, si ya no te llama es porque no quiere saber nada de ti, Holt es así, siempre.

Las cejas de Stein se fruncieron enseguida, con una mezcla de sorpresa y dolor – ¿¡Estás diciendo que me termino!?

– Sí.

– ... P-pero él... No puede...

– Es Holt, no le importa nada que no sea el mismo, lo sabías Frankie, te metiste con él bajo tu propio riesgo.

La chica contuvo sus lágrimas con la poca dignidad que le quedaba, mirando algo mal a Jackson por su último comentario y se fue así, sin más... Por lo menos no había hecho una escena hay como las anteriores, Jackson era malísimo manejando a las personas en crisis.

– ¡Jack!

La sangre se le heló al pobre Jeckyll al escuchar esa voz, y su espalda casi se disloca con el giro mortal que dio – ¿¡Deuce!?

El pasatiempo de un asocial empedernidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora