CAPÍTULO 1:
E V ANo sabía dónde estaba, pero por alguna razón que desconocía, aquello me parecía realmente familiar. Era como si saliera de entre mis recuerdos más profundos, de los que apenas casi recuerdo de cuando era muy pequeña.
Era un bosque extraño. Las altas copas de los árboles cubrían la mayor parte del cielo nocturno. Habían tres lunas, cuya luz se filtraba entre las rendijas que creaban las hojas, pero no me pregunté por qué eran tres. Mi subconsciente tenía alguna razón aparentemente lógica que yo desconocía para creer normal aquello.
Entonces, empecé a escuchar un ruido mecánico y repetitivo, cuya intensidad iba en aumento. No sabía lo que era, pero mi instinto me obligó a empezar a correr. Y yo lo hice.
Iba descalza, así que al correr me hacía heridas en los pies, pero no me dolía. Tampoco me herían las ramas al arañarme las manos ni las rodillas cuando tropezaba y caía al suelo, para después levantarme rápidamente y seguir corriendo. No sentía mi cuerpo por completo, me sentía muy liviana, como si estuviera volando, aunque mis pies golpeaban el suelo con cada paso.
Llegué a un claro en el bosque, donde los árboles dejaban un espacio totalmente desierto. Dejé de correr. Intentando recuperar el aliento, miré hacia el cielo. Y allí estaban las tres lunas, completas y en todo su esplendor, bañándome con su luz.
El ruido mecánico que me persigue se hace ya insoportable y consigo ver lo que viene a por mí: son decenas de dragones. Mi cuerpo se paraliza completamente, con una sensación tan profunda que me deja aturdida, aunque no sé si es de miedo o enfado.
Pero al observarlos con detalle me doy cuenta de que no son reales. Están hechos de metal, y por eso emitían aquel sonido. La sensación ahora se manifiesta con total nitidez: siento una ira irrefrenable de destruir a todos aquellos artefactos, hasta que no quede ninguno volando con sus alas falsas.
Los dragones están ya demasiado cerca, pero cuando empiezo a pensar que se acerca mi final, aparece una hermosa criatura desde el otro extremo del claro.
El de un color marfil tan impoluto que, contrastado con la oscuridad del bosque, parece irradiar luz pura. Los dragones, al ver al unicornio, se van retirando, dispersos, hasta que desaparecen completamente del cielo.
Se acerca muy lentamente a mí, y conforme va estando junto a mí, deja de parecerme tan bonito: sus ojos negros me paralizan completamente y me provocan un escalofrío. No reflejan ira, ni tristeza, ni ningún sentimiento... es como si estuviesen totalmente vacíos.
Y entonces comenzó a hablar, con esa voz que protagonizaba mis pesadillas.
Cuando la última despierte de su largo letargo
y el triángulo resurja de entre sus cenizas
Cuando el cristal helado arda en fuego nuevo
Y las llamas se reduzcan a cenizas de cristal
Retornando a los tiempos antaño olvidados
Llegará el momento en el que nadie se hallará a salvo
Y opuestos y complementario unirán sus armas
Para retornar a la vida al hexágono
Y entonces me desperté, empapada de sudor.
![](https://img.wattpad.com/cover/87521508-288-k880731.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Memorias de Idhún - Erik y Eva
Fanfiction¿Y si te dijera que existe otro mundo, más allá de este? ¿Otro mundo, con tres soles y tres lunas? Eva tampoco lo creía. Al menos, no antes de conocer a Erik. [ Erik x Eva | 15 años después del final de Memorias de Idhún | Está en edición, así que...