—¿Golden? No puede ser, voy rápido a decirle a los chicos—una sonrisa apareció en su rostro—¡Golden ha vuelto!
Con todo el entusiasmo del mundo la pequeña rubia corrió lo más rápido posible hacia el castaño quien fue el primero al que vio. El ojiazul no comprendía su entusiasmo, la miro algo extrañado mientras ella daba saltitos de emoción.
—¡Golden está aquí!
Esas simples palabras fueron como un rayo eléctrico en Freddy. No sabía cómo reaccionar, ni sabia lo que quería sentir. Lo único que sabía era que lo extrañaba y necesitaba verlo, a él y su brillante manera de ser, su cabello pantene y sus hermosos ojos grises. Una sonrisa se formó en sus labios con tan solo pensar en el rubio. Definitivamente necesitaba verlo.
Por otro lado un chico de cabello turquesa y una rubia de ojos azules conversaban sentados en una banca bajo un árbol. Bon ya había conversado antes con Joy, tenía sus sentimientos claros...o eso era lo que trataba de pensar, ya que en lo único que pensaba era esa horrible escena donde Bonnie estaba tirado en el suelo junto con las hojas que estaba a punto de entregárselas. Era algo que no podía perdonárselo.
—Tu puedes hacerlo Bon...—dice Joy con un tono calmado junto a su típica sonrisa tierna— El te perdonará.
Bon asiente agradecido y se levanta velozmente de la banca, estaba listo, le pediría perdón a Bonnie.
En sus manos tenía sostenido los mechones castaños que usaba para ocultar su identidad. Tenía que decirle la verdad.
(...)
—¿B-Bonnie?
Bon trata de hacer un acento extranjero para que el chico de lentes no sospeche. Bonnie lo mira y le muestra su típica dulce sonrisa, levanta su mano y la sacude haciendo un saludo.
—¿Qué pasa Bonsua?
Bon inhaló y exhaló.
—Tengo que decirte algo—el menor lo miro confundido—yo soy...—hizo una pausa demasiado larga para pensar si lo que hacía estaba bien o no, pues tenía miedo a que Bonnie dejara de quererlo como antes, a que no lo perdonara, a que se aleje de él para siempre, hasta que recordó las palabras de su amiga Joy. Él estaba decidido, quería que disculparse—yo soy Bon.
Dice para luego sacarse los mechones marrones de su cabello turquesa, dejando ver la persona que realmente es, Bon.
El pelimorado se acerca rápidamente al mayor haciéndolo sonrojar. Bonnie lo mira fijamente y abre su boca para hablar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
