Un Día Mientras Te Perdía (Sesshome) (Historia Corta)

Capítulo 3: Olor a pasado

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Pov Kagome

Ya llegó el cumpleaños de mi madre, ha insistido en que la visite. Cuentan cuatro años desde la última vez que estuve ahí.

Iré solo porque Sango pasará sus vacaciones del trabajo con su prometido Miroku y su familia y Rin esta muy ocupada con su nuevo novio Kohaku.

Mamá seguramente me hará preguntas sobre mi fallida boda, al igual que mi abuelo y mi hermano menor Sota.

Era muy temprano cuando comenze a arreglar mis cosas, el taxi debe de llegar en cualquier momento, sólo espero que las dos semanas en casa de mi madre (Insistencia de ella en que me quedara ése tiempo) no terminen en desastre. El taxi ha llegado, me espera un viaje de ocho horas, (Mi familia vive en un área rural lejos de Tokio) por fortuna llevo un libro para entretenerme.

El tiempo pasó lentamente, mi compañero taxista no era muy conversador que digamos y me cobro una fortuna (Viejillo mañoso), son las nueve y cuarto y... he llegado a la casa de mi mamá pero... escucho voces... no entiendo, entro despacio para ver que pasa... no me esperaba ver una fiesta.

Naomi, mi madre, me ve, yo estoy confundida y ella se acercan para saludarme junto con mi abuelo y Sota.

Luego de uno en uno o en grupos los invitados de mi familia me saludan, algunos conocidos otros no tanto. Debo decir que estoy abrumada cuando de la nada se acerca a mí Sesshomaru 《¡No tenía idea que estaba aquí!, se ve tan guapo e imponente como siempre, ¡No, tonta recuerda es un idiota!.... es imposible que aún sienta algo por él》
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Narracion

Sesshomaru se acerca y saluda educadamente a una confundida Kagome, después se dirige a la cocina.

Naomi le sugiere llevar su equipaje a la habitación.

Ella se queda en la que fue su alcoba por muchos años y en la que dio su primer beso, había sido precisamente con aquel peli plata cerio y frío que la acababa de saludar.

Estaba totalmente confundida con la presencia de Sesshomaru en casa de su familia, observa el lugar, los pósters, el papel tapiz, la ventana donde se sentaba a ver las estrellas, cierra los ojos y persive un olor a pasado que la arrastró inevitablemente a los momentos que vivió entre esas paredes, la nostalgia abrazaba el ser entero de la azabache cuando la puerta se abre, es él.

-Tu madre me pidio que viniera a ver por qué tardas tanto

La intromisión inesperada saca un respingo en la mujer.

-¿Qué no sabes tocar?- dice algo alterada.

-Hmp

-¿Por qué estás aquí en esta casa?- pregunta ella clavando sus ojos en él.

-Tu familia me invitó, me invitan a venir y quedarme con ellos desde que me divorcie.

-No sabia siquiera que te habías casado- masculla entre dientes.

-Sí, ¿Y tú?- pregunta el hombre siempre con su aire altivo aunque Sesshomaru no era rico ni mucho menos, era un hombre acostumbrado al trabajo duro y las cosas simples.

-Bueno el novio se espantó y huyó cuando me miró caminar al altar, creo que espanto a los hombres- sonríe con pesar-¿Habrá algo malo conmigo, por qué todos huyen?- pregunta con algo de tristeza.

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-Mejor no contestes, no quiero pensar más en cosas tristes- ordena caminando hacia la puerta.