Divalejo: Amor Sin Fronteras

Salud

Narra Pedro:

¿ Marica Y Alejo que creía?

¿Que porque me dio una vaina a mí se me iba a olvidar todo lo que estaba pasando?

Al revés,  Ya la vaina me da tanta arrechera que ya no quiero ni hablar de eso. Así como le dije a Alejo chama, que ya no quiero tener nada que ver con eso ni con él; matar el asunto, matar todo ya.

Su cara muestra una mezcla de perplejidad y.. supongo que dolor. No parece haberlo procesado todavía, sólo han pasado pocos segundos y Juan nos mira como si tuviese un signo de interrogación en la cara.

Lo último que quiero es discutir o tratar todo lo que habíamos discutido que causó que todo esto ocurriera, ¡y mucho menos delante de Juan! ¡¿Como tu te vas a poner a querer explicarme cosas que ni explicación tienen?! ¿¡Tu eres estúpido!?.

Ay no Chama no ha pasado ni un día en esta verga y ya han sucedido muchas cosas. No puedo con tanto.

Yo pensando este vainero arrechandome una vez mas y el todavía esta allí, viendome con una cara de perrito regañado.

Pasame un cuchillo marica que esta tensión la puedo hasta picar.

—P..Pero...— Se acerca el medico.

—Con permiso.— todos decimos así Algo como que "no se preocupe".— Joven Álvarez, veo que ya ha despertado. Soy el Dr. Betancourt.

M...mucho gusto.—¿marica esta gente se habrá dado cuenta de que este doctor esta mas bueno que comer con las manos?

—Soy el médico que lo estuvo atendiendo y es mi deber efectuarle una última consulta de rutina y recetarle un tratamiento. Por favor, acompañeme a mi consultorio. — Te acompaño hasta donde tu quieras papi!.

*

No se si se me nota pero estoy nerviosisimo marica y no se porque! Este hombre solo me va a recetar medicamentos.

Solo miré a alejo una vez antes de levantarme y ponerme mi ropa para ir al consultorio del papi doctor.

Su rostro era indescifrable, pero puedo suponer que se sentirá mal. O bueno tambien ahora tiene el camino libre con Juan asi que bueh...

Ay no chama no me voy a poner con esta marisquera. Divaza si usted lo botó usted no lo llora! Tu eres arrecha y tu...

—Aqui es el consultorio del Dr. Betancourt, Joven.— La enfermera me saco de este peo que cargo.

—Bueno gracias. — toco la puerta del consultorio.

—Adelante.— Marica estoy llorando. Hasta su voz es bella chama.

—Buenas, con permiso.— camino lentamente hasta el escritorio del Dr mirando los alrededores. Huele a perfume frances, olor que se intensifica cada vez que me acerco a la silla que esta a un metro de mi. El solo sonríe.

No llega a los 30 años chama. Bronceado, con el pelo rapado y grandes ojos color miel, labios delgados y facciones delicadas. Dientes largos y blancos.

—Tome asiento, no tenga pena, que no lo voy a morder.

— jaja — me apresuro a sentarme. Marica este hombre es demasiado bello.

—Necesitamos hablar de sus hábitos alimenticios joven Álvarez. Debe comer un mínimo de 5 veces al dia y en porciones balanceadas. Si repite este desajuste alimenticio puede a la larga sufrir gastritis y daños permanentes a su flora estomacal. Además.......— El habla y habla y yo solo le miro los ojos... y luego los labios... y luego los ojos.