Corro por las calles camino al gremio rogando por que Natsu aún no se haya ido, Dios si ya se marcho no sé que se supone que haga, ¿como se supone que contrarreste el efecto de la pócima sin el a mi lado? Entre a Fairy Tail con el corazón acelerado y mis ojos recorrieron el lugar en un santiamén, no hay rastros de Natsu. Corrí a la barra y Mira se me quedo viendo extrañada. -¿Dónde esta Natsu? -Are, are, ¿tan temprano y ya lo buscas? -Dijo con su típica sonrisa diaria. -Mira es urgente, ¿Dónde esta? La peliblanca me quedo viendo extrañada y dejo la jarra que sostenía en las manos sobre la barra. -Salió hace un par de horas a una misión, dijo que tenia que conseguir dinero y... ¿Lucy estas bien? No, no lo estoy. Siento como si me faltara el aire y la cabeza me pesara, siento la presión en mi pecho volverse helada ¿Será paranoia? No lo sé, pero lo siento, lo siento latiendo en mi pecho como una mortal bomba creciendo en mi interior. Mi vista se nubla unos instantes y siento que no podré seguir de pie, intento sostenerme de la barra pero mi mano no toca nada y...
-Lucy, vamos despierta. Mis ojos se abren lentamente y veo a Mira sobre mi, giro un poco la cabeza y Levy esta aquí también. Me enderezo sintiéndome aún algo rara pero al menos no creo que vuelva a perder la conciencia. -¿Qué te ha pasado? ¿Qué le paso a Natsu? -Pregunta Mira. Levy mueve su cabeza extrañada entre una y la otra y luego se fija en Mira. -¿Qué tiene que ver Natsu en esto? -No lo sé, llego buscando a Natsu desesperada y cuando le dije que fue a una misión se desmayo. Los ojos de mi amiga se abrieron de par en par, pude ver el terror aparecer en ellos de inmediato, ella lo entiende, ella lo sabe. -¿De cuanto es la misión que tomo Natsu? -Tres días, pero seguramente podrá cumplirla en dos... ¿Podrían decirme que esta sucediendo? Levy palideció y sostuvo mis hombros con fuerza mientras clavaba sus ojos en los míos. -¡Dime que lo hicieron! ¡Dime que lo que creo no es verdad! Mis ojos se inundaron de lagrimas y las manos de Levy aflojaron, me ayudo a levantarme y caminamos a una de las mesas, obviamente Mira nos sigue de cerca. -¿Dónde es la misión de Natsu? -Pregunta Levy. Mira me observa pero yo solo le hago un gesto para que coopere, Levy ha tomado el control de la situación y yo no creo ser capaz de hacer nada por mi cuenta, mi cabeza se encuentra colmada por el miedo.
-Es en las montañas al Norte de Magnolia, no es demasiado lejos pero podría estar en cualquier lugar. -¿Hace cuanto se marcho? -Un par de horas. -Sabes si se llevo una lacrima de comunicación. La chica negó. -No, a menos que el maestro se lo diga expresamente Natsu nunca se lleva una. -La maga vacilo un poco y luego continuo. -Explíquenme que sucede, si no me lo dicen no lograré entender nada. -Pasa que no lo he hecho con Natsu. -Solte sin pensar, la pasiencia se me colma sola y los nervios los tengo a flor de piel. -¿Hacer qué? -No he tenido sexo con él y ahora me voy a morir. ¡Dios voy a morir por no tener sexo! Que ridículo y estúpido suena pero es la verdad. Mirajane me quedo viendo como si tuviera monos en la cara. -Lucy, así no entenderá nada. -¿Qué vale que entienda? Para cuando Natsu vuelva no estaré... -Mi garganta se apretó. -Levy voy a morir, no quiero, no quiero morir. Las lagrimas comenzaron a correr sin querer por mi rostro y deje caer mi cabeza en el hombro de mi amiga. Los sollozos continuaron sin tener oportunidad de pararlos y Levy solo se limito a acariciar mi cabello y decir palabras alentadoras a mi oído aunque sé que no es verdad, escuchar que todo estará bien arregla un poco las cosas, al menos me relaja. Finalmente cuando logro dejar de llorar Levy le explica bien las cosas a Mira quien no puede evitar arrojar una broma entre todo mi drama. -Así que estuvieron haciendo cosas raras ese día en la oficina del maestro y después también... -Su sonrisa malvada incluso saco una sonrisa de mis labios. -Si, bueno el punto es que necesitamos traer a Natsu de vuelta o la magia de la pócima la consumirá. El silencio se apodero de nosotras tres. -¿Quién consumirá a quien? Voltee la vista y me encontré de frente con Erza y Wendy que venia a su lado. -Nada. -Solté agitando las manos. -Lucy tienes que contarles, necesitamos solucionar esto y no creo que podamos encontrar a Natsu. -Dijo Mira. Lo que esa maldita maga quiere es que les cuente lo que ha pasado entre Natsu y yo. -¿Lucy algo va mal? Erza se ve realmente preocupada y es mi amiga, creo que debería... además Wendy usa magia de curación. Les hice un gesto para que se sentaran y ambas lo hicieron. -Pues bueno verán Natsu y yo... Inmediatamente el rostro de Wendy se torno rojo como un tomate, además de ponerse muy tensa. -Lucy... -Dijo nerviosa. -No c-creo que d-debas decir nada... esta bien... -¿Qué te sucede? -Na-nada, no es c-como que Lucy huela mucho a Natsu últimamente y bueno... ustedes ya son adultos... Ahora la que se puso roja fui yo y conmigo todas las chicas en la mesa. -¿De que hablas? Solté nerviosa. -Lo siento Lucy. -Dijo dando una leve reverencia. -Desde el principio lo sé todo y Natsu debió contarme a mi y Gajeel, pero no fue su culpa, Gajeel y yo insistimos mucho y al final termino por contarnos que son novios. -¿Novios? Erza clavo su vista en mi y yo solo asentí. -Así es y bueno... Conté una vez más la historia de la pócima, excluyendo ahora varías escenas por el bien mental de ambas magas. Ambas se quedaron heladas al saber lo que tenia que hacer para terminar con el efecto pero no dijeron nada, simplemente se calmaron y parecieron pensar una solución. -Lucy déjame revisarte. Wendy se acerco a mi y puso sus manos en mi espalda, sentí que pronuncio un par de palabras a mis espaldas y el calor de su magia llego por unos segundos a mi para ser reemplazado rápidamente por el hielo que a cada minuto siento más dentro de mi. -Esto esta mal. -¿Qué sucede Wendy? -El poder de la magia dentro tuyo es muy grande, crece dentro de ti como las raíces de un árbol... Creo que lo mejor es que descanses mientras nosotras vamos por Porlyusca, ella sabia de esta magia, de seguro sabrá que puede ayudarte. Asiento con la cabeza y Levy me ayuda a levantarme... me siento débil, todos estos días había estado casi todo el tiempo con Natsu así que nunca había sentido los efectos de no tenerlo cerca, son horribles, realmente horribles. Llegamos a la enfermería con la excusa de que no me siento muy bien y Wendy antes de marcharse me da una pastilla para dormir, según ella será mejor que me mantenga en reposo para evitar que la magia activa dentro de mi acelere el proceso. Levy busca una de las mantas térmicas y me cubre con ella, ambas sabemos que no ayudará mucho pero lo hacemos de todos modos. Siento que mis parpados pesan cada vez más y veo a Levy una ultima vez. -No te preocupes Lucy todo estará bien. Su cálida sonrisa es lo ultimo que veo antes de dormirme.
"¿Dónde estoy? Veo a mi alrededor y la negrura es total, no puedo ver absolutamente nada, eso hasta que volteo, hay... un espejo, pero nada se refleja en el, llevo mi mano al vidrio y la poso suavemente en el frio del cristal. Mi reflejo aparece, pero estoy celeste, completamente celeste de pies a cabeza y ¿Me estoy sonriendo? Mi reflejo ladea la cabeza como si algo le extrañara a ella también. -¿Eres Lucy verdad? Me sobresalto al escuchar mi propia voz diciendo eso, pero mi reflejo solo sonríe tranquila. Asiento dudosa, esperando que mi reflejo haga lo que yo pero no lo hace... No estoy segura de que sea un espejo. -¿Quién eres tu? La yo del espejo sonríe cerrando sus ojos y luego me apunta. -Soy la esencia de rosa fuego dentro de ti. Mi corazón se acelera... ella... yo... ¿esa es la magia que traía aquella pócima? Retrocedo un par de pasos pero ella mantiene su posición. -¿Por qué te ha dejado tu dragón? Ahora su sonrisa es casi burlona, como si aquella expresión de preocupación no fuera más que un juego. -No me ha dejado. -¿A no? Pues yo no siento ningún impedimento para crecer dentro tuyo. -El no lo sabía, no sabía que no podía dejarme. Mi reflejo suelta una risa casi espeluznante antes de volver a clavar sus ojos en mi, esta vez con una expresión seria. -¿Sabes la historia de la rosa fuego y la rosa hielo? Asiento. -Los dragones las crearon para sus hijos, para que sus parejas no murieran. Su mirada se torno triste. -Ojala hubiera sido así... hubo una vez en que estuve viva, viva como tu y mi dragón, el era un dragón de hielo. Sus palabras salen tristes y calla mientras baja la vista. -¿Qué paso? -Pregunto temerosa. Levanta la vista de golpe. -Morí... la magia de mi amado me despojo de mi vida. No fui la única, mi hermana gemela se enamoro de un dragón de fuego y él al igual que en mi caso consumió su vida. Éramos tontas, demasiado conservadoras, nos resistimos a cualquier instinto y a aquellas sensaciones que producían ellos sobre nosotras para mantener nuestra tonta promesa de casarnos puras. Cuando nos dimos cuenta ya era tarde. Mi hermana y yo acudimos a los padres de nuestros magos en busca de ayuda pero ya no había nada que hacer, nuestra vida se escapo de nosotras antes de darnos cuenta. Un rastro de nuestra magia se impregno en un rosal cercano y así nació esta nueva magia, luego descubrieron que podía ayudar a otros dragones a evitar la muerte de sus parejas... pero... -¿Pero que? -No nos hace feliz, no es justo que a nuestra costa sean todas felices cuando nosotras no pudimos serlo. La mirada, su... mi mirada se torno oscura al igual que todo en torno a ella, como un aura más negra que la oscuridad que nos rodea. -Por eso hacemos esto, por eso nos expandimos como la mala hierba por los cuerpos de chicas como tu... Tu al igual que yo y mi hermana no tendrás un final feliz. Una maléfica sonrisa acudió a su rostro y comenzó a atravesar el espejo, salió de este y su paso no se detuvo, cerca, cada vez más cerca de mi. Por fin mis piernas reaccionaron y comenzó a correr pero ella lo hizo también y sus brazos fríos como el hielo e atraparon. -No corras, no te sirve de nada. -Su frio aliento llego a mi oído. -Estoy en un lugar en donde no puedes correr de mi... estoy dentro tuyo. Su abrazo se profundizo y el frio se esparció por mi ser"
Desperté de golpe y el frio continua ahí, ahora es tal que duele como pequeñas agujas clavándose en mi carne. Vi a Gray a mi lado. -Menos mal que despertaste, quizá así sea más fácil. Tarde unos segundos en darme cuenta pero él esta trabajando en mi cuerpo. Mire a sus espaldas y vi a Levy y a Wendy. -No estaba, cuando llegue a casa de Porlyusica no estaba y solo se me ocurrió que él intentara controlarlo. De verdad lo siento. -No pasa nada Wendy. -Dije intentando sonreír pero mi corazón se acelero al ver que de mi boca el aliento es tan frio que forma bao en el aire. -No te preocupes Lucy, las chicas fueron por Natsu, ya verás que todo estará bien. -¿Cuánto dormí? Levy intenta escapar de mi mirada y llevo la vista a la ventana. La luna. He dormido todo el día, vuelvo a buscar la mirada de mi amiga y veo la angustia en sus ojos, se que lo intenta ocultar pero ahí esta, la conozco demasiado bien como para no darme cuenta. Intento mover uno de mis brazos pero el dolor punzante aumenta y se me hace imposible... veo mi mano y puedo notar como mi piel se encuentra pálida, muy muy pálida. Veo a Levy y sonrío. La quedo mirando solo un par de segundos y luego centro mi vista en Gray, esta tan concentrado que ni siquiera se da cuenta de que lo observo. Su rostro se encuentra torcido en una mueca de angustia y esfuerzo... cuanto mucho esta logrando retener su avance, pero presiento que simplemente esta gastando magia. -El maestro también esta buscando una solución, no tienes de que preocuparte. -Suelta Levy intentando animarme, pero ni si quiera se logra convencer a ella misma ¿Cómo me podría convencer a mi? Llevo mi mirada al techo y siento las lagrimas correr aún más heladas que mi rostro por mis mejillas. -Sé que las cosas no están bien... -Un sollozo intento detenerme pero lo contuve. -Sé que las cosas se están poniendo feas. -Cierro mis ojos y las lagrimas acumuladas corren todas a la vez llegándome a las orejas y siguiendo su camino por entre mis cabellos. -Solo no dejen que me duerma... si lo hago... -Tomo aire y vuelvo a abrir mis parpados. -Díganle a Natsu que lo amo.