Secreto

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La hoja de papel continua en blanco... ¡Dios por que no puedo pensar en nada! Son ya las 10 de la mañana y aún no puedo escribir nada, me la paso viendo a la ventana y es que el día esta lindo pero sé bien que no es el cielo lo que observo, ya van tres días que Natsu no se aparece por aquí, desde aquel incidente. En el gremio ambos continuamos actuando como siempre pero... hay algo distinto, es imposible que continuemos como si nada luego de besarnos ¿O no? Quizá para Natsu no significó nada y solo quiere continuar como siempre, pero si es así ¿Por qué no ha vuelto a venir a mi casa? Siempre venía a mi casa y aunque no lo quiera admitir yo estaba acostumbrada a tenerlo aquí, a que durmiera junto a mi varías veces a la semana. ¡En que estoy pensando! Me levanto y arrojo el lápiz, llevo dos horas aquí sentada y dudo que vaya a avanzar algo si me quedo. Cojo mis llaves de encima de la mesa y me voy al gremio, al menos ahí el alboroto no me dejara pensar en paz. Caminar sola también se me hace extraño, estamos entrando en el otoño y las hojas de los arboles comienzan a teñirse de amarillo y de rojo, en cierta forma me recuerda a Natsu... ¡¿Por qué todo me recuerda a Natsu?! Corro hacia el gremio intentando escapar de mis propios pensamientos, hace un tiempo me había costado tanto convencerme de que no sentía nada por aquel estúpido mago de fuego, pero ahora con lo que sucedió no puedo quitarlo de mi cabeza. Entro al gremio y su alboroto de siempre me tranquiliza, ya va a ser fin de mes y quizá debería buscar una misión. Camino hacia el muro de misiones y veo que Erza esta ahí. -¡Erza! Buenos días. La pelirroja se voltea y me dedica una rápida sonrisa. -Buen día Lucy, ¿Buscas una misión? -Si, estaba pensando que podríamos ir a una todos juntos, además parece que también buscas una ¿No? La maga niega con la cabeza. -El maestro me pidió una misión especial por lo que no podre acompañarlos, lo siento. -¿Entonces por que miras las misiones? -Es solo que habían unas bastante buenas. Tiene razón hay muchas misiones con recompensas realmente grandes aunque también lucen muy peligrosas... Exterminar monstruos, capturar uno que otro mago oscuro, bandas de ladrones organizadas... Ninguna me tienta a ir sola. Volteo y voy hacia la barra donde están Natsu, Gray, Wendy y Juvia. -¡Hey chicos, buenos días! -Buenas Lucy. -Dicen todos al mismo tiempo. -¿Qué les parece ir a una misión? Juvia me mira con odio y aferra el brazo de Gray. -La rival de amor de Juvia solo quiere salir con Gray-sama ¿verdad? -Yo... Claro que no Juvia... -Dios esta chica si es rara. -Lo siento Lucy, ya le dije a Juvia que la acompañaría a una misión. -Dijo con una expresión extraña, creo que no esta muy convencido de ir. Bufo y de inmediato miro a Wendy quien tiene una sonrisa media torcida, pero niega. -Gray me rogo que fuera con ellos. ¡¿Qué?! ¿Es que todos ya tienen cosas que hacer? Miro a Natsu de reojo pero no, no puedo ir a una misión solo con él, no ahora. -¿Entonces irán solo tu y Natsu? Mira aparece de pronto diciendo justo aquello que quería evitar... Esta maldita, sabe muy bien que las cosas entre nosotros han estado algo raras, ella siempre lo sabe todo, y aun así. Veo a Natsu y me doy cuenta que él también me observa a mi, nuestras miradas se encuentran y no puedo evitar clavarme en esos ojos, y repasar una y otra vez aquellos labios que sabían tan bien... -¡Se guuuuuuuuuuuuustan! Happy aparece volando entre nosotros y ambos desviamos las miradas incapaces de negar nada, sé que estoy roja, demasiado para ser normal y por el rabillo del ojo puedo ver que no soy la única, Natsu también se encuentra sonrosado. -Muy bien entonces les anotaré la misión que me habías mencionado Natsu. -Dijo Mira volviéndome a la realidad. -¡Hey! No, espera... -Intento detenerla. -¡Listo! ¡Maldita! ¡Maldita! ¡Mil veces maldita! Vuelvo a ver a Natsu y veo como este se levanta y camina hacia la calle, ¿Es que acaso me esta evitando? -Lucy, ¿Todo anda bien? Wendy me esta mirando fijamente. -Cla...claro que si. Salgo cuanto antes de ahí, prácticamente salgo corriendo tras de Natsu, no puedo soportar esto, no puedo soportar que se aleje de mi de esa forma, prefiero que las cosas vuelvan a ser como antes, que solo seamos amigos, pero... pero... no quiero perderlo, no puedo hacerlo. Siento que unas lagrimas quieren escapárseme por lo que friego un poco mis ojos para evitarlo. Salgo a la calle y lo veo a lo lejos, ¿Cómo puede caminar tan rápido? Me apresuro a seguirlo pero no logro acortar la distancia entre nosotros... ¿Acaso será así de ahora en adelante? ¿Por qué? ¿Por qué tuve que dejarme llevar? No pensé en todo lo que eso podría significar, no pensé que quizá las cosas cambiarían para siempre y no exactamente del modo que deseaba. Tras varios minutos de seguirlo me doy cuenta donde va, al bosque. Y a medida que la gente va disminuyendo me es más fácil alcanzarlo pero antes de darme cuenta me encuentro rodeada de arboles y sin deber bien por donde ir, comienzo a avanzar a tientas, tratando de recordar los lugares que siempre recorremos con Natsu y Happy cuando venimos aquí, entonces lo veo. Mi querido mago de fuego se encuentra sentado en el borde de una pequeña quebrada desde donde arroja algunas piedras al agua. -Lucy... sé que estas ahí. Su voz me toma por sorpresa pero salgo de entre los arboles y me acerco a él, aun así quedo detenida a solo unos pasos. -¿Eh? ¿Qué sucede? Natsu se voltea y me mira, aquella mirada de siempre, algo distraída, algo infantil... esa mirada que no me había dedicado hace ya tres días. Siento algunas lagrimas resbalar por mi rostro y las palabras se alborotan en mi boca. -¡¿Qué te pasa Natsu?! ¡¿Por qué me evitas?! ¡¿Por qué escapas de mi?! ¡Sé que es extraño pero me duele!, ¡Me duele verte alejarte de mi! ¡Solo dejemos que las cosas vuelvan a ser como siempre... solo olvídalo pero no te alejes de mi! Mis piernas pierden fuerza y me dejo caer sobre la hierba, soy una tonta, una estúpida, ¿Por qué hablo tanto sin pensar? Ahora de seguro cree que soy una tonta. Las lagrimas se derraman sin control por mis mejillas. -¿Lucy que... Las cálidas manos de Natsu sostienen mi rostro y me obligan a levantar la vista mientras quitan mis lagrimas. -¿Pero qué estás diciendo? Luce yo jamás podría dejarte sola yo... Sus brazos intentan rodearme pero yo lo evito. -¿Entonces por qué? ¿Por qué me rebulles en el gremio? ¿Por qué no te colas por mi ventana como siempre? Su rostro luce confundido, algo cansado. Deja caer los brazos al lado de su cuerpo y se sienta a lo indio frente a mi con la cabeza gacha. -Es que no lo entiendo. -Sus palabras suenan cansadas, como si no tuviera fuerza para nada. -No entiendo que es lo que me pasa, desde hace tiempo yo... me sentía extraño sentía que algo estaba distinto pero desde... -Levanto la vista y me vio a los ojos. -Desde que te bese todo es extraño. Nunca me había sentido del medo que me siento ahora y no sabia que hacer, de hecho no se que hacer ahora y creí... que te molestarías si me acercaba así como siempre. ¿Entonces Natsu estaba tan confundido como yo? Dios soy una tonta, claro que él tampoco sabía que hacer... él es, bueno es Natsu. Seque mis lagrimas con mi muñeca y entonces Natsu se llevo la mano al bolsillo, saco una pequeña bolsa y la volteo entre los dos. Muchas bayas de todos los colores aparecieron rodando por el pasto mientras él desviaba la mirada. -Creí que si conseguía unas bayas chispeantes sería más fácil, pero no lo he logrado encontrar ninguna. Él estaba intentando hacer algo mientras yo solo me llenaba de dudas... yo... Tome una de las tantas bayas entre nosotros y la lleve a mis labios al tiempo que corría el mayor riesgo de mi vida, apostando todo a esto. Cogí su rostro con mis manos y me encontré con sus ojos confundidos por unos instantes, unos cortos instantes antes que nuestros labios se encontraran y el dulzor de una mora estallara entre nuestras bocas. Fue rápido, tentando la suerte separe nuestros rostro y lo vi a los ojos. -Natsu me gustas, me gustas desde hace mucho y yo... La mano de Natsu atrapo mi nuca y esta vez fue él quien me beso fugazmente. -Tu también me gustas Lucy, me gustas mucho. No lo pude evitar, sentí mi pecho llenarse de un calor desconocido y me abalance a los brazos de mi mago, me senté sobre sus piernas al tiempo que volvía a juntar nuestros labios en un nuevo beso, ahora más largo, más profundo. Sus labios son extremadamente cálidos, al igual que sus manos que revolotean una entre mis cabellos y otra en mi cintura apretándome junto a él. Su lengua choco contra mi boca y yo abrí mis labios dejando que su lengua entre en mi boca, chocando con la mía y entrelazándolas. Atrape su lengua succionando levemente y dejando que Natsu deje escapar un gemido que encendió algo en mi. Una de las manos de Natsu descendió por su cuello provocando que todo mi cuerpo se estremezco. Nos separamos en busca de aire y chocamos nuestras frentes haciendo que nuestras narices rocen en las puntas, puedo distinguir como un pequeño hilo de saliva aún une nuestras bocas y sonrió. -¿Entonces irás a la misión conmigo? -Pregunta sorprendiéndome. -Claro que iré contigo, iré contigo a cualquier lugar del mundo. Deslizo mis manos por bajo su chaqueta sintiendo todos los músculos de su espalda y acomodo mi cabeza sobre la bufanda que siempre lleva consigo, mientras que siento sus manos sostenerme con fuerza por mi espalda baja. Natsu me mira unos segundos, aquella mirada cálida que adoro y vuelve a besarme, esta vez lentamente, un beso tras otro como si debiera aumentar el número para saciar esa sed que tenemos del otro. Deslizo acariciando la espalda de Natsu y en un descuido de él, soplo entre su cuello y el lóbulo de su oreja. Siento como un temblor recorre su cuerpo y como se tensa. -Lu...ce. Me enderezo para verlo al rostro. -¿Qué sucede? -No soy de piedra, si sigues haciendo eso... -Desvía la mirada hacia el lado con un claro sonrojo en el rostro. -Podría olvidar que estamos en un lugar público. Entonces tomo conciencia de todo, estoy sentada sobre él, con mis manos sosteniéndolo bajo la ropa, él sostiene mi espalda y... El calor sube aún más a mi rostro y me levanto rápidamente, me había dejado llevar tanto por la situación que me había olvidado que estamos en un bosque a solo minutos de la ciudad. -Lo siento. Él niega. -No, esta bien. También él se levanta y vuelve a cogerme por la cintura. -Es solo que había esperado más de lo que crees por todo esto. Me sonrojo, aunque creo que solo es sensación mía, de seguro es imposible que pueda estar más roja. -Natsu... si mañana vamos a ir a una misión solos, ¿Te parece si guardamos esto en secreto? -Si no te molesta creo que es lo mejor, al menos por ahora, la verdad es que cuando se enteren no nos dejarán en paz y... -¿Y qué? -Quiero disfrutar por un tiempo tranquilo de ti. Es definitivo, de seguro mi rostro descubrió un nuevo nivel de sonrojo... ¿Desde cuando Natsu puede ser tan tierno y seductor? -Será nuestro secreto. -Digo tratando de recuperar la compostura. -Nuestro secreto. Dice atrayéndome aún más a él y volviendo a juntar nuestros labios en un beso... Si, definitivamente yo también quiero disfrutar por más tiempo de él tranquila... hay mucho tiempo por recuperar. Cruzo mis brazos por su cuello y profundizo el beso, profundizo el beso que ahora simplemente sabe a nosotros, a mi Natsu Dragneel.

5 Minutos en el ParaisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora