Cojo la última caja de mi apartamento vacio y lo recorro con la mirada, es extraño, llevo tanto tiempo aquí que siento el corazón oprimírseme ahora que me marcho, hay tantos años de mi vida en este lugar y tantas experiencias, solo hace una semana bajo la ventana donde ahora no hay más que el piso yo y Natsu llevamos las cosas a otro nivel, siempre estábamos aquí, él colándose por mi ventana y yo de un modo u otro esperándolo. Casi se me paso por la cabeza decirle que nos quedáramos aquí, pero eso no tiene sentido, él tiene su casa y no podemos rentar por siempre, además como insiste Natsu ya no es su casa, es nuestra. -Quizá debimos esperar un poco más para la mudanza. Volteo y veo a Natsu apoyado en el marco de la puerta. Niego con la cabeza. -No hay razón de esperar nada, yo quiero estar contigo y mientras antes mejor. El sonríe abiertamente y se acerca para quitarme la caja de las manos pero no se lo permito, necesito llevar algo de peso real en los hombros para que la despedida de este lugar pese menos. Me despido de la casera quien se ve más afectada de lo que creí con mi partida y me desea muchísima suerte, no la necesito, la suerte ha estado de mi lado desde que conocí a este idiota de cabellos rosa. La mudanza resulto más fácil de lo que me esperaba pues todos en el gremio ayudaron a trasladar las cosas, claro que cuando dijimos que nos iríamos a vivir juntos el escándalo fue de proporciones, todos plantearon teorías y la mas frecuente era que yo estaba embarazada, ni si quiera lo había pensado por lo que pase un pequeño susto que termino solo dos días después, ese mismo día fui al médico quiero mucho a Natsu y quizá algún día pero por ahora ya nos basta con un hijo. La casa de Natsu esta llena de cajas, pero ya iremos ordenando con el paso de los días, al menos hoy no hay tiempo. A alguien se le ocurrió decir que cuando alguien se muda hay que hacer una gran barbacoa, así que ahora mismo en el patio se encuentra prácticamente todo el gremio en torno a una gran parrilla. Levy y yo estamos dentro buscando jarras que ha traído Mira desde el gremio, en eso me quedo mirando a mi amiga, sé que no le gusta hablar mucho de su relación frente al resto pero frente a mi no tiene problemas. -Hey Levy, tu y Gajeel no tienen planeado nada. Ella levanta la vista incrédula y yo sonrió. -Ya sabes, ustedes llevan incluso más tiempo de relación que nosotros solo que se lo traían escondido. No sé, no planean ir a vivir juntos o algo por el estilo. Ella me mira divertida y luego recorre la sala con la mirada, comprueba que no haya nadie. -Ya sabes que casi no duermo en Fairy Hills pero... -Pero... -Suelto curiosa. -La verdad es que nos colamos muy seguido a mi habitación es por decirlo... -Vuelve a levantar la vista para asegurarse que estamos solas. -Excitante, ya sabes todo eso de escapar de quien este vigilando, estar en la habitación con él cuando se supone que no debería, tener que escapar en la madrugada. -¡Levy! -Grito para molestarla. -Jamás creí que te gustara el peligro, hacer esas cosas... -He hecho cosas que jamás creí escaparan de las paginas de mis libros. -Dice sin levantar la mirada de las jarras, pero si lo hace para clavar su vista en mi. -No creo que sea la única. No puedo evitar reír, tiene toda la razón. Llevamos las cosas afuera donde el bullicio es como todos los días en el gremio solo que... aquí. Salgo y la barbacoa esta en pleno apogeo, la cerveza corre de mano en mano y la carne ya comienza a salir, obviamente también hay suficiente pescado para Happy, yo misma me encargue de eso. Me siento en una de las mantas (era imposible trasladar sillas y mesas para todos) y me quedo viendo a Natsu con Happy al hombro, a él fue al primero que le contamos lo que planeábamos hacer, lo hicimos el mismo día que acepte mudarme con ellos. "Happy nos mira desde la hamaca con mirada curiosa. -Que es lo que querían decirme. Natsu posa su mano sobre la mía. -¡Lucy se mudará a esta casa! Su calma definitivamente no duro nada, en cuanto dijo eso salto como un resorte con una enorme sonrisa pero Happy me mira a mi... Acaso... ¿Será que no quiere que viva con ellos? Un gran miedo me recorre la espalda, no, eso no puede ser, él ya dijo que soy su mamá. -¿Vivirás aquí? -Pregunta bajando la mirada. -Si, vendré a vivir aquí con ustedes. Levanta la mirada de inmediato me doy cuenta que estaba por llorar. -¿Entonces no me tendré que marchar? -Pregunta afligido y yo me levanto rápidamente para cogerlo en mis brazos. -Oh por Dios, ¿Cómo se te ocurre es?, claro que no, somos una familia ¿Lo olvidas? Entonces mira a Natsu con otros ojos. -Es que si no tienen tu apartamento harán cosas pervertidas aquí y yo estaré aquí, son un par de pervertidos. Siento que me pongo roja como un tomate y me olvido de toda la ternura de un momento, le haciendo un golpe a Happy en la cabeza justo cuando sale volando, solo yo le doy y es que Natsu se pone a lanzarle llamas. Cuando ambos nos calmamos vuelve y se ríe, dice que esta feliz por nosotros y con esa carita de encanto nos hace olvidar a ambos el enojo de hace un momento. -Con Lucy viviendo aquí, realmente será mi madre, realmente seremos una familia" Eso somos ahora, una familia. La fiesta se alarga y para cuando todos se van Happy ya esta dormido y Natsu y yo nos vamos a la cama muertos, entre la mudanza y la barbacoa estamos agotados. Me pongo el pijama, voy al baño a cepillarme los dientes y en cuanto vuelvo me encuentro a Natsu durmiendo profundamente, pobre, está realmente agotado. Me acuesto a su lado, acurruco mi cuerpo en su pecho y no tardo mucho en quedarme dormida.