6. Cita II

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Finalmente elegí la ropa casual pero lo combiné con las botas. Jenny no quería irse, decidió que esperaría a que Fred llegara para ver su reacción; ni que ella hubiera hecho una transformación épica, sólo me onduló el pelo y me maquilló un poco.

Papá, ya saben como estaba, con el asunto de que no quise decirle nada la otra vez y por el resto de la semana que estuvo preguntándome, tenía la actitud de Sé-que-no-eres-bueno-para-mi-hija-vete-de-mi-casa, mi mamá también había intentado interrogarme por culpa de papá, pero no lo logró.

Cuando bajé de mi habitación, ambos me esperaban en la sala cruzados de brazos no sé imitando a quién queriendo intimidar pero parece que funcionó porque sentí a Jenny acobardarse, pero yo no... estos bebes no pueden contra mí.

—Charlie Preston, no sé de dónde ha salido esa rebeldía, tienes que entender que seguimos siendo tus padres y no vas a ninguna cita con ese muchacho hasta que nos digas su nombre. —Habló Kyle, entrecerrando los ojos algunas veces y subiendo la voz para dar énfasis en que él tenía poder y yo no.

— ¿Quién lo dice? —me defendí.

Mi papá abrió los ojos sorprendido de mi insolencia, mi madre le puso la mano en la espalda calmándolo.

—No sé qué te está pasando hija mía, ¿Tenemos que tener una charla de los amores tóxicos?

— ¡No se lo preguntes July, oblígala a escucharte por eso es que estamos en esta situación! —gritó mi padre a mi madre.

— ¡No me grites Kyle, ella nunca nos había dado problemas! ¡No sé cómo hacer esto!

Jenny no sabía qué hacer y yo estaba controlándome para no tirarme al piso a reír, oh Dios, no puedo creer que haya funcionado. El timbre sonó avisándome que mi cita había llegado, eso apartó la mirada de mi padre en mi madre para que se fijara en mí.

—Claro que no, jovencita, usted no saldrá de aquí... —comenzó y yo rodé los ojos.

—Fred Irons. —musité.

— ¿Qué? —habló mamá.

—Mi cita es con Fred Irons. —dije.

Es entonces que mi amiga abre la puerta y lo deja pasar, el susodicho anda con un suéter gris y vaqueros azules, el cabello le lucía más oscuro, mis padres lo observan y Kyle deja salir un suspiro de alivio.

Parece que mi negación a decirle con quien iba a salir hizo que se imaginara a un drogadicto tatuado con complejo de ladrón, mi mamá mientras tanto se fue al personaje literario de chico malo y mujeriego, mi plan había funcionado, no pude evitarlo de echarme a reír.

Y lo hice. Todas las miradas cayeron en mí, mi papá me miraba molesto, mi mamá había comprendido y se rió conmigo, Jenny trataba de no reírse por mi padre y Fred sólo estaba ahí confundido.

—No... no puedo creer que... que funcionara —logré decir.

— ¡Me vengaré, Charlie! —dijo mi padre.

—Sueña con eso —le dije. —Papá este es Fred Irons, Fred este es mi padre, Kyle Preston —los presenté —Y ella es July Preston, mi madre.

—Un gusto conocerlos Señores Preston.

—El gusto es mío, cariño —canturreó mi madre. Sí, canturreó. Ella creía tener una voz melódica pero en realidad la exageraba.

—Diría que mi hija nos ha hablado mucho de ti pero eso sería una mentira, nos ha jugado una broma... nos ha hecho creer que eras una especie de chico malo.

Te lo advertí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora