Sin ataduras. [Guido Sardelli]

[Capítulo 4]

A la mañana siguiente,desperté con mis amigas acribillandome a preguntas.
A duras penas,les conté lo que había pasado la noche anterior.
-¡Ay,eso es amor!-exclamó Mel cuando acabé.
-Que exagerada que eres-reí-Ah,por cierto,nos ha invitado a comer en casa de su hermano
-¿Qué qué?-gritó,tapándose la boca-¿Y me lo decís ahora?
-Cuando me he acordado-respondí.

Un rato después,mientras desayunaba me llegó un mensaje de Guido avisando que nos recogería a las 12.Avisé a las chicas y empezamos a prepararnos.Mel estaba,quizás demasiado entusiasmada.
-Mel,tienes que relajarte,sé que te entusiasma todo esto pero debes controlarte delante de ellos-le dije,sujetándola por los hombros.
-Está bien,está bien,voy a calmarme.-dijo,dando vueltas.
Media hora después,Guido ya había llegado.Lo saludamos y subimos a su coche,las chicas detrás y yo de copiloto.
Tardamos unos 25 minutos en llegar,la casa era bastante grande y bonita.Entramos y Guido nos guió a un patio donde habían unas 10 personas,nos presentó y saludamos a todos,en último lugar saludé a Pato.
-¿Cómo andás,cuñadita?-dijo,guiñándome un ojo.Lo miré extrañada y Guido lo fusiló con la mirada.
La comida fue bastante amena,reímos y charlamos mucho.Por la tarde,sacaron unas guitarras y estuvieron tocando y cantando.
Poco a poco la gente se fue despidiendo.Cuando sólo quedábamos,los Sardelli,las chicas y yo,estos nos propusieron ir a esa noche a una discoteca de moda.Aceptamos y Guido nos acercó a casa de Mel.
A las 22:30,ya estábamos en un taxi rumbo a la discoteca.Llegamos y nos dirigimos a la zona vip donde se encontraban los chicos.Primero vimos a Pato que estaba en una mesa con varias personas,me señaló la barra,y al mirar vi la cabellera de Guido de espaldas.Me dirigí hacía allí y le di un susto por detrás.Se giró sorprendido y sonrió al verme.
- -¡Qué linda estás!-me dijo al oído después de darme dos besos.Pedimos la bebida y nos dirigimos a una mesa.Estuvimos charlando un buen rato,cuando nos dimos cuenta eran las 4:30.Bostezé por enésima vez y Guido rió.
- -¿Querés irte?-preguntó.
- -Un poquito-respondí.Busqué a mis amigas con la mirada pero no las vi.Le indiqué a Guido que saldría fuera a llamarlas.Probé primero con Mel:teléfono apagado.Repetí la operación con Marta:Igual.
- -Que bien,Alba,te han abandonado-me dije a mi misma.
- -¿Todo bien?-preguntó Guido apareciendo a mi lado.
- -Tienen el teléfono apagado,LAS DOS-respondí.
- -Voy a probar con mi hermano-dijo poniéndose el teléfono en el oído-apagado.-suspiré-¿Queres que te lleve a su casa a ver si se fueron para allá?
- -Me harías un gran favor..
- Nos dirigimos hacía allí.Toqué el timbre varias veces,sin éxito.
- -Que guay,Albilla,hoy duermes en la calle-canturree.Guido soltó una carcajada.
- -Estás loca-rió-Si querés podes venirte a mi casa,no te voy a dejar en la calle
- -No,no quiero molestar-respondí.
- -No serías una molestia,es más me encantaría que vinieras..-sonrió.
- Acepté y nos fuimos hacía allí.Al llegar,bajamos del coche y nos encaminamos hacia Guido.
- -¡Espera!-le dije a Guido.Se giró y me miró confuso.
- -¿Qué pasa?-preguntó.En respuesta,me acerqué y lo besé.
- -Solo eso-dije riendo.
- -Que linda sos-rió.
- Abrió la puerta de su casa y me hizo una especie de reverencia para que entrara.
- -Bienvenida a mi humilde morada-dijo.Nada más entrar,un pequeño perrito vino corriendo.
- -Te presento a mi pequeño bestia-dijo Guido mientras tomaba al perrito en sus brazos.Sonreí y lo acaricié.
- -¿Tenés sueño?-preguntó.
- -No mucho-respondí.
- -¿Un café?
- -Me encantaría.
- -Ponete cómoda,voy a prepararlo-dijo señalando la sala de estar.Un rato después,estábamos los dos disfrutando del café y hablando.Hubo un momento en que la conversación acabó,estaba dando un sorbo al café y notaba la mirada de Guido sobre mí.
- -¿Qué pasa?¿Tengo monos en la cara?-pregunté divertida.
- -No,es que sos muy linda-respondió.
- -Anda ya,eres más zalamero..-reí nerviosa.En respuesta él me besó,sin dejar de besarme,quitó la taza de mis manos y la dejó en la mesa.El beso fue tomando más intensidad,la camiseta de Guido había desaparecido y mi vestido estaba bastante más arriba de su postura inicial.Sin romper el beso,Guido me guió hacía una habitación,que supuse que sería la suya.Nos dejamos caer en la cama y nos libramos de la molesta ropa.No tenía por costumbre acostarme con alguien que apenas conocía pero con Guido me sentía a gusto y simplemente me dejé llevar sin pensar en nada más.
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