Comenzamos a traficar en pequeñas cantidades al principio con lo que habíamos ahorrado en nuestros negocios mi primo Gustavo y yo, ya para ese tiempo yo tenía mi grupo de muchachos y ellos estaban claros de quién era el líder.
Decidí emprender el viaje de Medellín a Ecuador en mi auto allá compraríamos varios kilos de pasta de coca lo procesábamos y los vendíamos generando buenos ingresos,hicimos varias vueltas hasta qué un día nos atraparon con 39 libras de pasta y paramos en prisión un tiempo,
Nadie es un buen bandido sin haber estado primero el la carcél.
Al salir de allí nos hicimos cargo de los dos policías que nos habían arrestado y continuamos con el negocio y empezamos a enviar pequeñas cantidades a Estados Unidos en gomas viejas de avionetas, dentro de maletas, mulas etc
Ya para ese tiempo existían varias personas haciendo lo mismo con el dinero obtenido decidimos comprar una finca para hacer nuestra propia cocina para convertir la pasta de cocaina en coca pura y duplicar las ganancias y así lo hicimos comenzamos a venderle coca a otros traficantes como los Ochoa y exportar otra parte.
A Gustavo se le ocurrió que comprásemos nuestra propia avioneta y me gustó la idea y de una lo hicimos así fue que ya para la primera mitad de los 70 coronamos nuestro primer cargamento hacia EU, convirtiéndonos automáticamente en millonarios y poderosos, ambos ya teníamos familia ya para 1976 mi nombre se escuchaba por todo Colombia y pertenecía a ese grupo conocido como los "magos", eran gente que cómo nosotros se hicieron muy ricos de la noche a la mañana misteriosamente para la población,
Se sabía por algunos que contrabandeábamos coca a EU y no se veía como algo malo el negocio era nuevo aún y ni siquiera habían leyes o reglamentación alguna referente a eso el Colombia ni tampoco en EU.
Comenzamos a organizar el negocio creamos una medida y forma estándar para la mercancía hice la forma de un rectángulo con un kilogramo compactado de peso así sabíamos exactamente lo que se transportaba y cuánto dinero valía, creamos más cocinas o laboratorios obtuvimos múltiples avionetas construimos con el aval del gobierno pistas de aterrizaje diseñamos rutas y estábamos en la cima todos querían ser nuestros amigos todos se nos acercaban para plantearnos negocios,
Habían para la época varios traficantes activos y con mucha plata también pero independientes y cada cual dominaba algo diferente por ejemplo, Carlos Ledher tenía rutas y avioneta era piloto, los hermanos Ochoa tenían mucho poder también rutas y avionetas, Gonzalo Rodríguez Gacha alias el mejicano tenía muchas tierras rutas y gente armada el tenía su propio ejército privado, Griselda Blanco controlaba el comercio y distribución en NY y otras partes de EU hacia envíos tenía rutas y vivía allá en USA, los Moncada traficaban así como los Galeano también, así que decidí hacer una especie de conglomerado una unión de todos ellos al estilo de una empresa multinacional, regulamos y reglamentamos el negocio unimos fuerzas recursos gente dinero coca transportes conexiones y armas, así comenzé lo que pasó a llamársele
"el Cártel de Medellín" primer cartel del mundo y el más poderoso jamás,
Éramos dioses y mientras mis socios acumulaban caballos autos mansiones tierras yo también disfrutaba de eso pero me concentré en comprar armas y a guardar compré tantas y tantas qué en todas las comunas de Medellin tenía caletas llenas así que comenzé a contratar muchachos para hacer un enorme batallón a mi servicio que se encargarán de controlar las calles mi visión era la de un guerrero también la de bandido para ese tiempo ya Griselda Blanco había utilizado motoras para asesinar por primera vez y yo contrataba muchachos les daba empleo un arma y una moto y comenzó a llamárseles "Sicarios" yo inventé el sicariato también.
Tenía todo bajo control en Colombia se hacía lo que yo decía, ni explicando podrían imaginar la magnitud y la grandeza del poder económico político social y en crimen organizado, tenía prácticamente chuzado o intervenido los teléfonos del país entero la red de inteligencia era brutal ojos y oídos en todo el país nada sucedía sin yo dar la orden o enterarme, en el ámbito político social religioso legal o económico tenía a todos conectados, las mujeres siempre diferentes entre modelos actrices reinas de belleza y sobre todos un interminable desfile de jovencitas todas muy jóvenes y no pocas eran vírgenes.
Las fiestas y reuniones eran continúas lujos extremos al viajar 10 limosinas helicópteros jets varios pisos en hoteles de lujo separados para mí y millones de dólares fluían constantemente a mi alrededor más de 300 apartamentos solo en Miami de mi propiedad sobre 3000 inmuebles en Colombia, caletas con 20 y otras con 50 millones de dólares eran ubicadas por todas partes mi esposa compraba cuadros por más de un millón de dólares,
La Hacienda Nápoles mundialmente famosa y conocida valorada en aquel tiempo en 60 millones de dólares era mi residencia principal todo era ideal hasta qué los políticos me corrompieron y me convencen de entrar a ese mundo oscuro e inseguro donde es una Mafia distinta a la que yo estaba acostumbrado un mundo de mentiras intrigas hipocresía y maldad sin igual, simplemente para sacar aún más provecho de mi dinero, hay comienza todo a cambiar. Llenos de ambición los políticos comienzan a fijarse en mi como una manera de financiar sus llegas al poder cosa que para mí no era necesario ya que en Colombia nada se hacía sin mi autorización tenía comprado de arriba hacia abajo a todos, necesitaba una pista de aterrizaje no había problema un joven pariente era el encargado de esa área Álvaro Uribe Velez aunque no lo necesitaba pues mis tentáculos estaban muy por encima de él, necesitaba un nuevo decreto una nueva ley no había problema solo hacia un par de llamadas y listo tenía gente en todos los partidos políticos desde extrema izquierda hasta extrema derecha solo necesitaba presionar en él lugar deseado y yá, pero la avaricia de Alberto Santofimio lo lleva a insistir innumerables veces en qué yo incursione en la política me llenaba de ideas y suposiciones de posibles panoramas de poder y reconocimiento dentro de la política, tanto estuvo con ese chancleteo mijo que me convenció no debí escuchar sus azucaradas palabras y solo debí entregárselo a Pinina y los muchachos para qué le dieran piso, pero nó no lo hice y este político de carrera simplemente me convenció, ese fué mi más grande error que me llevaría a la desgracia y a cometer los errores finales que acabarían con nuestra empresa multinacional de exportación de cocaína bautizada como el Cartél de Medellín por este servidor y fundador, empresa que hasta hoy día fue la más grande y la matriz y modelo qué llevaría a otros empresarios del vicio a formar sus propias empresas.
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Mi nombre es Pablo me llaman el Patrón.
Ficción históricaNovela contada en primera persona acerca del hombre que dio forma al narcotrafico