Cómo Te Conocí [Jelsa]

¿Un Adiós?

Cada año, cada invierno y sin falta, Jack visitaba mi habitación todas las noches. Cualquiera pensaría que por ir cada año todos los días yo me aburriría de verlo seguido y hacer lo mismo cada vez, pero no, me encantaba estar con Jack, era muy impresionante, tenía tantas cosas que enseñarme y me encantaba escuchar sus historias de cuando no nos veíamos, tantas cosas que él hacía, cosas como hacerle un par de bromas a gente que pasaba cerca de su lago sólo por diversión. Sin embargo la mayoría eran algo tristes, pues no tenía más nada que la constantes mirada de la luna sobre él acompañándolo y protegiéndolo.

Ya tenía 15 años, entendía muchas más cosas que antes al igual que estaba mucho más madura que antes. Jack dijo que tenía el cuerpo de un chico de 16, por que lo me preocupaba que algún día yo sería mayor que él, él seguiría aparentando ser un chico, mientras que yo me convertiré en una mujer algún día.

Comprendía muchas cosas que antes no hubieran ni siquiera pasado por lo cabeza, y una de esas cosas era ese sentimiento cálido al estar junto a Jack, era bastante contradictorio, pues ambos éramos tan fríos como un témpano de hielo.

Con ayuda de Jack cada vez iba controlando de a poco mis poderes, aunque más que contenerlos era aprender cómo utilizarlos para que no fueran una amenaza ni un estorbo, sin embargo no avanzamos mucho en todos estos años.

.

.

.

-Ya estas hecha toda una mujer, My lady- esa voz tan suave y juguetona me hizo voltear emocionada hacia la ventana, donde estaba Jack como siempre entrado a mi habitación.

-Callate- reproché con mis mejillas un tanto sonrojadas por su comentario- Además no es cierto, aún me falta mucho para serlo completamente- él se acercó flotando y se quedó frente a mi. Puso una mano en su barbilla examinándome y luego me rodeó un par de vecesa.

-Para mi así estás más que perfecta- dijo con una sonrisa radiante y se paró frente a mi, aún con mi edad que era casi la que Jack aparentaba, él seguía siendo una cabeza más alto que yo, y aunque me molestaba un poco, yo la verdad no podía hacer nada.

-Vamos Jack, basta. Sabes lo que pasa cuando me avergüenzo- me encogí un poco sobre mí misma un tanto avergonzada y nerviosa, pues ahora estaba consciente de que Jack era la persona que me gustaba. Esa ligera sonrisa desapareció ante una pequeña inquietud, ahora en mi rostro yacía una expresión triste, así que me volteé para no preocupar al albino, sin embargo, él me conocía demasiado bien.

-¿Pasa algo, Elsa?- Jack sonaba preocupado, y luego sentí sobre mi hombro una de sus manos para luego voltearme a verlo a los ojos.

-Jack...¿Sabes? estoy creciendo, y en algún momento yo seré mayor que tú y tendré que...Llevar la responsabilidad de todo un reino en mis hombros, me obligarán a casarme y deberé tener una familia con un desconocido... Y Cuando todo eso suceda ¿Qué pasará contigo?- alce mi mano y acaricié su mejilla. Estaba angustiada, yo conocía mi destino, pero no quería alejarme de Jack, él es el único amigo que tengo además de ser la persona de la cual estoy enamorada. El albino solo sonrió de lado y me tomó de las mejillas con delicadeza.

-Si tu lo deseas, estaré contigo hasta el fin de los tiempos. Y sólo si tu quieres, te acompañaré aún teniendo una familia propia, jugaré con tus hijos y te veré ser feliz- pegó nuestras frentes en una acción bastante tierna- Pero por ahora, hay que disfrutar que aún estábamos juntos - se separó y me regaló una de esas hermosas sonrisas tan puras que sólo él podía tener, sacándome también, por milésima vez, una sonrisa.

-¿Realmente creés que alguien querrá casarse conmigo?- dije en un tono algo entristecido, pues si mis padres me aislaron de la sociedad, era por una razón ¿o no?