Historias de Auradon [Descendientes] LPDA Historia Extras

3.

—¡Gracias por ayudarme en la apertura de la nueva sección del café de Wonderland, MAD FOR TEA! —anunció Ally con una sonrisa—. Es un evento grande y todo el mundo afuera está emocionado.

—No tienes por que agradecer —dijo Melody mientras dejaba una bandeja de tazas de té en una repisa—Con gusto te ayudamos, Ally.

—Sí... —dijo Mal reposando en uno de los sillones— Todo el mundo ama éste lugar. Así que, ¿por qué no ayudar a que luzca más genial? Aunque con un poco de magia sería más rápido.

La chica hizo una esfera verde con su mano mientras sonreía, pero la rubia hizo una mueca y se volvió a la pelimorada rápidamente.

—¡No!—Ally se calmó en cuanto vio la expresión fría de la chica—Es más seguro que lo hagamos manual, no quiero... "accidentes".

Astrid en ese momento se volvió a la pelimorada.

—Ah, Mal... dejemos que Ally de las ordenes ésta vez. Es la cafetería de su familia después de todo. Y sus hermanas vienen hoy de Tweedleton, estoy segura que les gustará cómo queda el lugar sí nos ponemos a trabajar desde ya.

Ally asintió, a lo que Mal bufó y dejó desaparecer la esfera mágica.

—Aburridas.—se quejó mientras se cruzaba de brazos.

—No te molestes, M. Estoy muy segura que quedará muy malvado. —dijo Evie

—¿Ah? —preguntó Ally, confundida.

—Quiere decir genial. —explicó Melody de manera calmada.

—Oh, bueno... en ese entonces, a trabajar. —dijo Ally y en ese momento se abrió la puerta de la tienda, dejando ver a Harriet y a Holly entrar.

—Hola —saludó la pirata cerrando la puerta detrás de ella—. ¿Llegamos tarde?.

—No —dijo Astrid dejando unos menús en la tabla y sonriendo a ambas chicas—, llegan a tiempo. Me alegra que hayas podido recibir mi mensaje, Harriet.

—¿Y desde cuándo se lleva ustedes dos tan bien?—preguntó Evie dándole una mirada a ambas chicas mientras regaba una planta.

Astrid y Harriet compartieron una mirada y se encogieron de hombros. 

—Esperen un segundo. ¿¡Qué hace ella aquí!?—Preguntó Ally irritada mientras miraba fijamente a Holly.

—Vinimos a ayudar para arreglar el café.—Explicó Harriet tratando de no sonar irritada.

—¡Holly!—dijo Ally pareciendo realmente sorprendida—, pues yo opino que no, no creo que pueda manejarlo del todo aquí.

—¿¡Disculpa!?—soltó Holly frunciendo el ceño, estaba desconcertada por aquel comentario—Deberías estar agradecida de que tienes mi presencia en este lugar...

—Uh, esto se puso bueno... —murmuró Evie cruzandose de brazos y mirando a Mal de manera divertida.

—¿Por qué piensas que no puedo manejarlo?—Preguntó Holly—. Tengo sangre real de Wonderland, ¡tengo más derecho que tú al estar aquí!. Que yo sepa, tu madre cayó por una madriguera de conejo mientras mi madre estuvo desde siempre en El país de las maravillas.

—Tu madre era una villana, por eso la enviaron a la isla de los perdidos —dijo Ally, cruzándose de brazos.

—¡Y la tuya una niña entrometida que no entendió las reglas de ese mundo e hizo que todo se saliera del extraño control de ahí!

—¿Sí?, bueno... al menos, yo conozco más cosas de Wonderland de lo que tú lo haces.—Dijo Ally.

Aquello hizo que el ambiente cambiara por completo, Harriet miró tensa a su mejor amiga, sabía que ese tema de no conocer Wonderland le afectaba. Y que ahí mismo, en aquel preciso momento se lo estuviera restregando la hija de Alicia.