Capitulo 12

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Las semanas pasaban volando. Se pasaba un día estudiando y otro con Damon, Jack o Leo. Kate era buena estudiante y no solía tener problemas con las notas y con los exámenes trimestrales. Las noches eran emocionantes y poco a poco Kate se había acostumbrado de nuevo a ese horario. Un mes había pasado desde que Tyler y Kate habían ido a aquel antro. Tyler la vigilaba de lejos y seguía con su pose de "paso de todos y me la suda todo", como habitualmente. Y Jack... Pues al parecer Jack, tenía una novia. Si, una novia. Lo cual Kate no se quiso creer. Desde que le conocía Jack núnca había tenido una novia, nunca. Kate intentaba pedirle a Jack que se la presentaba pero él se negaba, con la escusa de que tenía miedo de que Kate le contara algo "indebido" a su "novia". 

Era un viernes y la universidad había acabado por hoy. La mayoría de estudiantes se había metido a estudiar en la gran biblioteca y solo unos pocos estaban sentados en las escaleras delante del gran edificio. Como algunos de los día pasados, Jack no podía llevarla a casa por que había quedado. Por suerte esta vez Kate se había venido en moto a la universidad.

Cruzó la alborotada calle esquivando a algún que otro coche parado ante el semáforo en rojo y se colocó al lado de su moto. Pero cuando desvió un poco la mirada vió que al lado de su moto estaba aparcada una Streetfighter que conocía muy bien. La de Tyler. No recordaba haberla visto esa mañana al aparcar y le extrañó que la hubiese aparcado justo al lado.  

Desencadenó el casco y sacó de su mochila los guantes negros de moto. Se los puso y justo cuando quería subirse alguien habló:

- Te echo una carrera.- Era sin lugar a dudas la inconfundible voz de Tayler.

A Kate se le pusieron los pelos de punta y la piel de gallina ante aquel susurro. Durante cuatro semanas no había escuchado esa voz. Y antes tampoco es que la hubiese escuchado muy amenudo tampoco. En las peleas lo había visto con la pelirroja y luego sus caminos se separaron. Cuando ya eran tempranas horas de la mañana se había vuelto a casa y la moto de Tayler ya no estaba. Y el primer pensamiento que le cruzó la mente fue que se había ido con la putilla esa. Por un momento se enfadó por haberla dejado tirada, o por alguna otra razón incomprensible, pero en seguida desechó ese pensamiento y sentimiento de su cabeza.

Y cuatro semanas más tarde se dignaba a hablarla y encima para retarla. ¿Quien se creeía ese que era? A Kate no la retaba nadie. Sin darle respuesta, ni si quiera una sola mirada, se pusó el casco. Pasó su pierna izquierda por encima del sillín y arrancó la moto. 

Tyler a su vez rodeó la moto de Kate y rápidamente se puso el casco y se montó en la moto. La arrancó y se colocó bien su mochila. Pero cuando quiso mirar a Kate vió que su moto ya no estaba. Tyler salió a toda prisa de su plaza de aparcamiento y , colándose entre los coches, siguió a Kate.

Tyler veía lo bien que Kate controlaba la moto y se sorprendió. La había visto semanas atrás conducir la moto pero por aquel entonces prefirió fijarse en su lindo trasero.  Tayler la seguía de cerca pero no llegaba a alcanzarla. Ella se movía segura entre los coches. En un momento imprevisto dió un gran giro metiéndose en una salida que Tayler no había visto. Tuvo que frenar bruscamente y hacer una rápida maniobra costosa para poder seguir a Kate. Tayler la seguía  por las calles de Nueva York sin saber a donde iba. Cuando vió que Kate aceleró aún más se asustó. El semáforo estaba cambiando a rojo pero ella solo aceleraba más. Tayler intento gritarle algo pero sabía que entre el ruido del tráfico y los cascos, no serviría de nada. De la mochila de Kate se cayeron unas hojas pero ella ni se enteró y pasó justa por el semáforo y los coches. Tayler se paro en el semáforo, apolló los pies en e suelo y recogió las tres hojas. Eran apuntes y tenían dibujos al rededor. Tyler metió los papeles en su chaqueta y esperó a que el semáforo se pusiese en verde para acelerar. Recorría las calles rumbo a la casa de Kate de la cual se acordaba muy bien

Kate sonrió al ver como Tyler se paraba ante el semáforo. Con una sonrisa de autosuficiencia condujo hasta su casa. Cuando entró en su calle fue directamente al garaje y aparcó la moto delante. Bajó de la moto, se quito el caso, los guantes y los metió en la mochila. Cuando se giró hacia la puerta vió que esta estaba abierta. La cerradura estaba rallada, el picaporte lo habían arrancado de la puerta y la cual se encontraba semi cerrada. Kate dejó caer la mochila y se acercó despacio a la puerta de su casa. Quizás los ladrones seguían alli dentro. Mejor prevenir que curar. Muy silenciosamente abrió la puerta con un leve empujón. Kate dejó volar su mirada por toda la entrada hasta el salón. Todo vacío. Pero todo estaba roto, removido, por el suelo, y reventado. Las lamparas estaban rotas por el suelo. Los cristales de las ventanas y de la mesa de cristal del salón se acumulaban en el suelo. No había ningún ruido en toda la casa. Kate tan solo podía oír su respiración ajetreada. La adrenalina le recorría todo el cuerpo. Se adentró, aun con cuidado, en la casa asegurándose de no encontrarse con ninguna sorpresa. La buscaban a ella. Eso no había sido un robo. Las llaves del Jaguar y del viejo BMW seguían en su sitio. La tele estaba rota. La buscaban a ella. Con grandes zancadas subió la escalera a su habitación la cual estaba igual o peor que el resto de la casa.La cama desecha, los cojines y el colchón rajados. Las puertas del armario arrancadas y los cajones y su interior estaban esparcidos por el suelo. La mirada de Kate se quedó helada al ver las fotos de su madre y ella por el suelo. Algunas estaban rotas por la mitad y otras estaban enteras. Las cartas de su madre estaban todas rotas. Kate tensó su mandíbula y cerró las manos en puños. 

-Hijos de p***. Os voy a matar. ¡Os voy a matar!- gritaba Kate fuera de si. Las lágrimas que habïa reprimido durante tanto tiempo amenazaban con salir y los ojos le escocían. Derrepernte Kate escuchó un ruido en la planta de abajo. Pestañeo un par de veces y la furia se abrió camino dentro de ella. Alguien había pisado los cristales produciendo un crujido. Kate cerró aun más los puños clavándose las uñas en la palma de su mano. Bajó las escaleras a toda prisa. Ciega de rabia se le acercó al hombre que le había dado la espalda y le barrió los pies del suelo. Este calló con un gran estruendo al suelo y soltó un sollozo de dolor por el impacto. 

Cuando Kate se le puso encima para pegarle este levantó los brazos protegiendo su cara y habló:

-Kate,Kate soy yo. Tranquila. Tranqulízate. Kate. Tranquíla. Vamos, relájate.- La respiración de Kate se fue tranquilizándose poquito a poco y esta se dejó caer encima de Leo. Al desaparecer la rabia las lágrimas volvieron a sus ojos. su fiel amigo la sujetaba entre sus brazos al ver que no tardaría en perder todas sus fuerzas. Las lágrimas de frustración y dolor caían por las mejillas sonrojadas de Kate. Estaba destrozada. Estaba recordando a su madre y Leo lo sabía. Pocas veces la había visto destrozada pero sin duda, él sabía que a ella le venía bien volver a llorar. A soltar ese sentimiento de tristeza que escondía tras una mascara de fuerza y frialdad. El nudo de su garganta que la impedía seguir adelante. La brecha de su corazón que nunca había llegado a sanar del todo.

Y allí, en el suelo del salón desolado Kate lloró hasta que las lágrimas se le acabaron.

NO ES  MUCHO PERO COMO HACE MUCHO QUE NO ESCRIBO PENSÉ QUE AL MENOS ESTO VALDRÍA PARA METEROS DE NUEVO EN LA HISTORIA. AHORA ES CUANDO LLEGA LA PARTE MAS "MOVIDITA" DE ESTA HISTORIA.

¿QUIEN HA ESTADO EN SU CASA¿? ¿QUIEN LA BUSCA? ¿QUE HARÁ KATE? ¿ Y COMO HA LLEGADO LEO TAN RÁPIDO? 

PRONTO SUBIRÉ EL SIGUIENTE CAPÍTULO. ESTE CAPITULO ESTA DEDICADO A TODAS LAS QUE ME HAN PUESTO LAS PILAS PARA QUE POR FIN SIGA LA HISTORIA. UN BESO A TODAS.

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Perseguida del peligro (PARADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora