Baek Seung Jo y Oh Ha Ni llevan un matrimonio con altas y bajas debido a sus personalidades diferentes y aunque no han dejado de amarse ni un solo día. Ahora están separados y a punto de divorciarse por malos entendidos que tratan de quebrar su amor...
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La tarde empezaba a caer y la lluvia había cesado, Han Sung estaba de pie esperando de nuevo con los ojos cerrados a que Ha Ni le devolviera su camisa
-Ten –le oyó decir a la joven, él se volteo hacia ella abrió los ojos y la miro
-Tu ropa aun esta húmeda –le dijo él en un claro tono que no estaba de acuerdo con su decisión
-Si vamos a salir a buscar ayuda, lo lógico es que lleves tu ropa puesta ¿No? –le dijo mientras este se ponía la camisa
-¿Vamos? –repitió él, ella asintió- No, no, de ninguna manera –negó él- Tu pie esta aun lastimado y necesitas tenerlo quieto. Iré yo. Tú me esperas aquí juiciosa, no estamos muy lejos... creo
-Pero...
-Sin peros –dijo- ¿Siempre le contradices todo a tu esposo también? –pregunto mientras se ponía su impermeable. Ha Ni lo miro arrugando las cejas- Tomare eso como un sí –le dijo él
-¿Y que se supone que haga aquí sola? –dijo cruzando los brazos
-Ya te dije –dijo al abrir la puerta del lugar- Tu pie, debes tenerlo quieto para que sane rápido, nada de esfuerzos
-Han Sung...
-No te muevas de aquí, regreso pronto –cuando iba a cruzar el umbral recordó algo- Casi lo olvido
-¿Qué cosa? –él regreso sobre sus pasos y para sorpresa de Ha Ni le dio un beso en la frente
-Me debías uno –dijo al ver la cara de la joven- Aunque sea solo en la frente –le dijo antes de sonreírle, con aquella sonrisa que sin importar cuantas veces se lo negara a sí misma, le gustaba y mucho.
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Han Sung salió sin que ella pudiera decir nada más, solo reacciono cuando se vio sola en el lugar, toco su frente y sin querer sonrió. Amaba a su esposo, amaba a Seung Jo pero no podía ocultar la calidez que despertaba Han Sung en ella.
Fue cojeando hasta sentarse en el lecho que él había creado, le haría caso esta vez. Y tendría su pie en reposo. Mientras que no muy lejos de ahí Seung Jo caminaba con mochila al hombro, iba junto a dos hombres que lo acompañaban en su búsqueda de Ha Ni. El camino estaba casi inaccesible debido a los múltiples deslaves, recorrió gran parte del camino, sin resultado
