Vientos de Otoño

Hielo

"Ella no sabía nada sobre el amor, hasta que el fuego inundó su frío corazón."

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Rivendell fue el lugar donde lo conocí (cuando lo ignore por que pensé que era un estupido—y claro que lo es). Aquella ciudad pequeña que la mayoría de libros escritos por adolescentes como nosotros describen; y lamentablemente esta historia también.

Esta pequeña ciudad es conocida por sus ríos que son usados para saciar la sed de medio país (y jamás nos dan un privilegio especial por mantener la economía). Mayormente boscosa con un clima templado y algo húmedo. No quiero dar explicaciones sobre las construcciones por que sería demasiado rollo explicando la historia de la ciudad, pero lo que si puedo decir es que dan un ambiente tranquilo y poco urbano. El lugar perfecto para un viejo jubilado al que su familia le importa un comino donde este por que tienen cosas mas interesantes que hacer.
Las casas de madera, en las cuales absolutamente todas se escuchan las gotas chocar contra las piedras y un olor a tierra mojada. Principal exportador de salmón y madera en el país. Aunque realmente a nadie le importa, es una población con gente estúpida como todas.

Todo comenzó un jodido 2 de Julio. Era la querida celebración de Media Luna de Verano que todos esperaban al final del ciclo. Alguien se le ocurre hacer una fiesta en su casa donde a las 12:00 de la noche lanzan lamparas de fuego, normalmente invitas a tus amigos más cercanos pero era más bien una excusa para hacer una buena peda.
Realmente me daba igual por que nunca había sido invitada a aquella celebración en casa de alguien (y estaba bien, odio el alcohol). El año pasado fue un asco, mis amigos y yo organizamos la fiesta en casa de Catherine. Obviamente nadie fue y terminamos embriagandonos con refresco y osos de gomita mientras veíamos recopilaciones de caídas estúpidas que causaron la muerte de gente estúpida como nosotros. Aunque Catherine odiaba que viéramos ese tipo de videos en su casa, así que le apodamos "La casa de Dios" (habían santos y cruces en cada pared y lo único que hacíamos era burlarnos del sufrimiento de Jesus). A pesar de todo, Charlie termino gritando en el techo hasta quedarse dormido por el gran odio que le tenía a Jeydon por engañarlo, así que la madre de Catherine no recitó miles de veces Ave Maria por encontrar a un chico gay en el cuarto de su hija.
Pero este año iba a ser diferente, no iban a haber refrescos un dia antes de caducarse, tampoco ositos de gomita teniendo sexo oral, ni cajas de pizza con la frase 'Violet fucked Hemsworth brother'. No, iba a ser el adiós. Iba a llegar el momento de demostrar las verdaderas personas que somos. Seguir nuestro camino.

Supongo que aquel 2 de Julio marcó el final de nuestra amistad. Todo lo que habíamos vivido juntos, aquellas bromas estúpidas que decíamos en clase para ignorar a la maestra de español, los dibujos del profesor de física comiendo sandía en Cuba, la inocencia de Emilia, la crema batida sobre el monumento gigante de pizza de McCaesars, joder, no quiero dar más detalles por que cada vez vienen mejores recuerdos, y eso arruinaría el resto de estas palabras.
Fue nuestra última noche juntos, como familia.

La vida da muchas vueltas, y esta fue la primera vez que pude comprobar aquellas palabras de mi padre. Aprendí a controlar el fuego, y llegar a quererlo, y el lo mismo con el hielo. Teníamos miedo por ser la primera vez (en realidad, las veces anteriores solo habían sido pruebas para el momento de verdad) pero los sentimientos hacen que hagas cosas estúpidas, aunque esta había sido la que más había valido la pena.

Aquel verano en el que me enamoré del fuego.