XIV-Comiendo de la masacre.

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Volvieron los sentimientos , volvió el amor hacia Malicia, tanto que volvió el odio, las ansias de violencia personal alteradas en el rostro, rasguños repentinos en memoria de los momentos mas gratos, tristes e infames de casi olvidarla .

Sin mas...

Hubo algo que quizás no paso, algo que dijo ella, "Sigue al árbol bañado de electricidad que te dirigirá por la senda de la realidad"

¿Palabras provenientes de ella? No tenia el total sentido...Se oyeron paso ¡Era Dorma! Nevan se hizo el dormido manteniendo las luces del cuarto apagadas. Dorma entro, el mismo desayuno, diferente mensaje.

"T D A, N C A, I"

Era lo bastante obvio para reconocer un acertijo, solo debía aguardar los otros dos mensajes, ¿Que significara?.

Volvieron a llevar a Nevan junto con Dorma, en una especie de sala de combate.

Era simple...

Preparaban al aprendiz con los puños de cuero, conectados a las "Garras de paredes ", teniendo mas agarre para lanzarlos al enemigo, o desenvainar los como si fuera un látigo, sus pantalones eran livianos, una especie de licra varonil con rodilleras y botas, el torso lo tenia con protectores de jugadores de Hockey.

Subió a la plataforma...

Tardo dos minutos en subir por la velocidad del elevador...

Al rededor era blanco, Nevan se encontraba en una especie de domo, casi de igual tamaño a un planetario -Ve al centro de la pista - dijo un representante a la bocina, lo cuando Nevan hizo caso, se concentro tanto física como mentalmente .

Al cuarto llegaban hombres totalmente desconocidos, se acercaban trotando para atacar al joven, Nevan acataba y se defendía con lo que pudo, tenia que esforzarse ya que tenia que estar ahí por una hora.

Llegaba uno por uno...Nevan los derrotaba en orden como aparecían.

Llegaban por 10 , Nevan se estaba empezando agotar, solo fueron golpes, golpes y mas golpes, combatiendo por 20 minutos, tan rápido que se hacia el tiempo debido a la adrenalina.

-Bueno, comprobamos que eres bastante blando, si queremos que seas totalmente duro, tendremos que hacerlo a la mala - Dijo el encargado del altavoz.

Los hombres noqueados se levantaron, fueron al borde del Domo, esperando una señal de ataque.

5 segundos...





Pequeño rastro de cordura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora