Capitulo 2

20 2 2
                                    

Había pasado ya una hora  desde que me había encontrado con aquel tipo, decidí salir de la cafetería y largarme lo mas lejos posible de ese lugar. Caminaba entre la multitud con la chamarra puesta como si estuviera lloviendo; no quería reencontrarme con ese sujeto de nuevo, en realidad no sabia a donde ir , pensaba lo mas rápido posible pero el miedo me consumía en no querer verlo, pensé en ir a casa pero de inmediato me cruzo por la mente que si aquel sujeto me seguía no quería llevarlo hasta donde vivía así que decidí despistar cualquier duda sobre eso y  me dirigí lo mas rápido posible al metro.

Me relaje un poco al sentarme  en el vagón, suspire al sentirme un poco mas seguro.

-Rayos, aun no se a donde ir,  me lleva, me echaron a perder mi día ¿debería tratar de recuperarlo o seguir huyendo como gallina asustada?. Vamos piensa Aaron...- me decía mientras miraba por la ventanilla.

Mire las estaciones próximas pensando cual seria mi siguiente parada.

-mmmm. creo que iré rumbo a la escuela esperando encontrarme a alguien que pudiese ayudarme

En el trayecto, cuando no pensaba en aquel tipo, me daba alas a mi imaginación si me encontrase con Marie de nuevo algo que seria muy perfecto  no podía evitar soltar una pequeña sonrisa por aquellos pensamientos. Por el momento me puse mis audífonos y a todo volumen me fui recostandome sobre el vidrio esperando dormir un poco ya que el viaje seria algo largo.

Sentí como alguien se recargaba en mi al sentarse a mi lado, solo entre abrí los ojos, pero fue mas rápido mi olfato al detectar cierta peste  que hizo que los abriera de golpe y volteara para maldecir mi suerte y el haberme dormido.

Era aquel sujeto

-Maldición como paso esto- grite esperando llamar un poco la atención e intentaba salir de ahí hasta por la ventana

Solo sentí como el sujeto me regresaba a mi ligar con una sola mano y poniendo una cara de que no armara un alboroto mientras que con la boca me torcía para que viese  hacia  su otra mano dentro de su gabardina , asomando un cuchillo de estilo Rumbo.

-Me jodí, pensé.

Y a razón de ello no pide hacer nada mas que quedarme sentado. Habíamos llegado a la ultima estación y solo seguía las indicaciones del sujeto mientras me abrazaba amenazándome con el cuchillo en mi espalda.- Demonios, ni por donde escaparme- pensaba en golpearlo pero como si tenia la punta de su cuchillo en mí espalda haciendo algo de presión. Legamos a una parte del metro que conectaba con la antigua línea de trenes, no se pero cuando necesitas que alguien mas mire nadie lo hace, ni siquiera un policía cerca ¡Nada!. Caminábamos en lo que una vez fue un pasillo o eso quedaba, ahora parecía un  escenario salido de alguna película de terror, habíamos avanzado hasta salir  a los viejos rieles, podía ver la inmensa esctructura que era aquello hecho completamente en ruinas , aunque en cierta manera me parecía hermosa la vista no podía dejar de decirme idiota por pensar asi y mas en mi situación que me encontraba.

En cuanto llegamos a como lo que parecia ser mas un claro que el viejo metro me avento unos cuantos metros lejos de e, me hizo sentri como un muñeco de trapo, cuando cai me golpie la cabeza e inmediatamente sonaba un sumbido y sentia como todo se hacia mas lento y cortado entre imágenes

-Esto es estar noqueado- pensé.

Cuando trataba de reponerme solo pude quedarme a gatas, en ese momento sentí un fuerte golpe en la cara haciéndome girar por completo y caer de nuevo al suelo, siendo pateado hasta el cansancio por aquel sujeto, jamás dijo algo,  ni respingaba al tomar vuelo para las patadas, cuando dejo de patearme solo me acomodo boca arriba para seguir a puño limpio, no podía creer lo débil que había sido y gras la imposibilidad de defenderme perdía esperanzas en mi para hacer algo y me resignaba a sr golpeado, ya ni siquiera sentía los golpes, con cada puñetazo que recibía volteaba mi cara a ver el piso de izquierda a derecha y así sucesivamente, hasta que de pronto se detuvo, volví a verlo para escupirle sangra mientras reía, que  mas daba era lo mas que podía hacer en ese momento, notaba sus nudillos con mi sangre impregnada en ellos así supuse que me debería de ver horrible, me levanto de del cuello de mi camisa,

CARTAS DE UN MUNDO CERCANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora