Había llegado la noche y con ello la calma de la tormenta de la tarde, me encontraba caminando junto con Irene, ambos sumergidos en nuestros pensamientos, en el quiosco no habíamos hablado mucho, mas que saludarnos y darnos un fuerte abrazo terminando por sentarnos a esperar a que terminara la lluvia y mas porque ella se había quedado dormida, así que eso ponía fin a una platica en ese momento. Voltee a verla, su mirada la traía por todos lados como si buscase algo, pero no era otra cosa mas que su reencuentro con el lugar donde , vivíamos, dejaba salir alguna que otra ocasión exclamaciones.
-Oh, vaya que cambio ese parque - mira ese señor, el de la tienda no a cambiado nada- decía mientras soltaba pequeñas sonrisas de alegría y sorpresa.
Yo por momentos seguía sumergido por momentos en mi mente recordando lo que decía la carta, cuando de un momento a otro me sobresalte a causa de que Irene había tomado mi brazo para después abrazarlo fuertemente.
-Que sucede-pregunte
-Nada, es que solo con la empapada de hace rato me a dado bastante frio, espero no te moleste si te tomo del brazo-
-Ah! no para nada... pero creo que deberíamos ir a tomar un baño o pescaremos un resfriado- Irene se ruborizo totalmente de la cara lo cual me hizo pensar si ya habría dado algo de fiebre.
-Pero, hace mucho que nonos vemos... y este... no se...-decía mientras empezaba a jugar con la mirada de arriba abajo y al fin le di explicación a que estuviera ruborizada.
-No me refería a que los dos juntos idiota-
-Ah!, perdón es que este jaja no se en que estaba pensando- se empezó a reír bastante mientras soltaba mi brazo para tomar sus manos y taparse un poco la cara hasta que se hubo calmado.
-Dime una cosa Aaron- pegunto
-que pasa-
que te a pasado en la cara, bueno desde que te vi note varios golpes pero se te están poniendo morados, deberíamos ir a revisarte si no es algo mas serio-
Ah eso, este fue una pequeña pelea con un tipo en el metro, le explicaba mientras evitaba su mirada y me rascaba la nuca .
-Mmmmm.... sabes que, vamos a mi casa te tratare esos golpes y creo traes una cortada, la noche no me deja ver muy bien.
-A tu casa pero tus...-
-Mis papas no están, solo eh regresado yo, bueno por el momento- me explicaba mientras volvía a tomarme del brazo y me alargaba sus labios de oreja a oreja. Me lo pensé un momento, terina accediendo a su invitación.
Cuando llegamos fuimos hacia la cocina, en lo que yo esperaba sentado ella fue a traer un botiquín y un cambio de ropa de su hermano diciendo que podría tomarla prestada por el momento y que me apresurara con regresárselas por si llegaban antes de lo planeado y descubría que le habían sacado ropa de una de sus maletas. Mientras limpiaba las heridas nos quedamos en un profundo silencio, uno frente al otro, por un momento fue agradable ese silencio porque podía verla directa a sus ojos y pensar en lo bonita que se había puesto pero luego ese mismo silencio se torno algo molesto.
-Y dime como has estado- , me pregunto mientras soltaba una pequeña sonrisa.
-Bien, nada fuera de lo normal-
-Vamos Aaron no seas mentiroso ambos sabemos que no es así, una por estos golpes y dos por que se lo que paso cuando me marche hace ocho años, bueno no se todo los detalles pero si se que terminaste en un hospital psiquiátrico o algo por el estilo, mira quise regresar en cuanto supe pero me fue imposible y mas por que lo había escuchado en una platica de mis padres y ya sabes como es el contigo se bufo de eso y a mi medio mucho coraje, pero jamás me dijo los detalles para evitar que regresara cuando era mas pequeña.

ESTÁS LEYENDO
CARTAS DE UN MUNDO CERCANO
Misteri / ThrillerAaron, una persona totalmente decepcionada de la vida, sin ninguna intención de encontrar algún proyecto de vida, simplemente caminaba en linea recta sobre un camino tierroso sin saber a donde llegaría oh al menos si "como todo ser vivo, tenemos que...