Y es que vales muchísimo.
Sí, tu. Niégalo. Porque es lo que sientes, pero escuchando bien. Aunque mejor dicho lee bien:
Vales muchísimo. Mereces ser feliz. Sí, enserio. Todo el mundo merece ver al menos una vez al día tu sonrisa. Y no vengas con excusas. No digas cosas como no me gusta mi sonrisa o mi sonrisa es horrible. ¿Nunca te has parado a pensar algo? A todo el mundo le gusta incluso la sonrisa más fea. Piénsalo. Seguro que tu tienes un amigo o amiga con una sonrisa horrible pero a tí, te gusta verla o verlo sonreír. Así que seguro, segurísimo, hay alguien que adora ver tu sonrisa. Y mereces ser feliz por todas las cosas malas que te han pasado. O te están pasando. ¿Sabes porqué? Porque nada es eterno. Y porque tú, tú a pesar de tus problemas sigues adelantes. Tú mereces ser feliz y sonreír.
Así que ya sabes. Sonríe y a quien no le guste... Debe mirar igualmente. Una sonrisa con felicidad de verdad no se puede apreciar todos los días.
