Debí haberte matado.
Si, matado con un cuchillo en el pecho.
Reventando tu falso corazón,
en un llanto de sangre color dorado.
Heriste y destrozaste lo último que quedaba de mí.
Me utilizaste como a una marioneta.
Eres un vomito atrapado en mi garganta,
luego de haber bebido tanta absenta.
Mis intenciones eran claras,
yo solo quería algo honesto,
pero me atrapaste como a una presa,
y terminé queriendo aún más que solo eso.
Desgraciada y cobarde fuiste,
no temiste al momento de apuñalarme,
eso siempre quisiste y lo lograste.
Espero que tu triste y oscura alma,
se queme eternamente en las llamas de estas lágrimas.
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Diez poemas de tragedia, amor y tristeza
Poetry† El amor de algunos seres a veces no es suficiente, las maldiciones que tienen desde el día en que nacen los atormentaran hasta el día en que mueren. Y así es la vida de este vampiro desgraciado. Sus palabras y su historia de miseria han sido compa...