Con música de fondo y una danza de la muerte,
con una pintura de una doncella reluciente,
tu alma vivirá por siempre,
en los oscuros rincones de mi mente.
Pensando en cómo estas pastillas pasarán por mi estrecha garganta,
la cual perfectamente traga toda mi pena,
la cual jamás se cansa de abrir mí herida
tan sangrante y horriblemente podrida.
Las páginas de aquel poema que me diste
están tan amarillas y rotas como tu recuerdo;
tus cabellos brillando como el sol en verano,
y tus lágrimas mojando las rosas que te había dado,
bañando todo con tu incesable y triste llanto.
Eterna te veías paseando por el cementerio,
metida en una horrible caja de madera.
Disfruta de tu paz eterna,
descansa pero no te olvides de mí,
no me dejes en la eterna espera.
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Diez poemas de tragedia, amor y tristeza
Poetry† El amor de algunos seres a veces no es suficiente, las maldiciones que tienen desde el día en que nacen los atormentaran hasta el día en que mueren. Y así es la vida de este vampiro desgraciado. Sus palabras y su historia de miseria han sido compa...