¡Carajo! Estaba ahí, en él mismo lugar donde conversamos por primera vez, seguía siendo tan espectacular, tan lindo y ¡dios! Esos ojos, nuevamente todo se repetía.
Me acerque a él, ambos sabíamos lo que pasaría, si, esta vez fue más de un beso, pero no fueron los besos los que me hicieron revivir todo con él, todo él pasado, no, fueron esas caricias, esa forma de ir acariciando mi mejilla, era sumamente genial, pero sabía que no podríamos estar juntos.
Realmente, esta vez sane, no llore al irme del pueblo, no me sentía mal, nada.
Al paso de los meses, llego la peor noticia de mi vida, la persona que más amaba se iba de mi vida, esta vez, no habría otro día, otra fecha para verla, si, mi abuela, mi segunda madre tenía una de las peores enfermedades en el planeta tierra. Cáncer.
¡Carajo!