Tal vez piensen que mi desgracia fue un accidente y quede sin una parte de mi cuerpo, o tal vez este no reaccione como antes y este relato sólo sea la típica historia de amor, la chica que no cree en todo lo que tenga que ver con el amor y esas cosas.
Bien, es sólo algo parecido, claro toda historia debe de.
Mi desgracia fue él, si un chico, un maldito chico, siendo tan chica, inocente, él sólo rompió mis paredes para enseñarme lo que es sufrir. Este chico, ¡Dios!, simplemente lo que mis ojos pedían a gritos, un hermoso chico, piel blanca con hermosas pecas, pero de esas que te gustan, sólo porque así es, cabello castaño, labios rosas, si rosas carnosos, con esto no imaginen un chico delgado y hijo de mami, no, él era todo lo contrario y por último sus ojos, sus hermosos ojos verdes, así es verdes.
Él siempre estuvo enamorado de mi, ¿qué cómo lo se?, cuando tenía sólo 7 años, me regalo un anillo con una carta, nunca quise sus regalos, los tiraba, siempre fue así, hasta esos días.
Llegue sólo a la tienda, sólo por unas papás, cuando él estaba ahí, si, en realidad hacía 2 años que lo deje de ver y carajo, como había cambiado. Él no me miro, nada, así que sólo seguí mi camino.
Olvide mi encuentro con él, así que después de un rato, me mandaron a casa de mi familia, por supuesto no quedaba lejos, de hecho, estaba enfrente de la mía. Sin nada que decir, antes fe entrar al patio trasero, estaba él, ¿se supone que siempre estará donde yo?, debido a que él estuviera ahí, salí, fingiendo que no me vio, regrese a casa, dormí, fue todo.