1 año, 4 meses con ese odioso cáncer.
En un principio nunca lo asimile, sólo pensaba que era un resfriado, sólo eso.
Pero con el paso del tiempo, mientras más avanzaba él odioso, me di cuenta que no sería lo mismo nunca.Por los últimos meses con ella, recuerdo mi primer viaje en metro, si, sola, sin compañía. Mientras viajaba recordé todo, pero en especial a él. Si nuevamente venían a mi mente todo lo pasado, mi primer beso, mi primer amor, mi amor de verano.
Llegando a casa de la abuela, recuerdo verla en el sillón, dormida, me acerque a ella, le di un beso en la frente, ese momento fue de los más dolorosos, dijo, -¿Quién eres?-, no sabía que decir, por supuesto le dije que era su nieta, pero aunque le dije, no me reconoció, al menos no por ese momento.
Todo el día esas palabras estuvieron en mi mente, sabía que esto pasaría, pero no creí que tan pronto.
Llego la hora de la comida, no pude concentrarme ni un sólo instante en comer, me atacaron recuerdos, si, todos, desde mi primer caída, mi primer beso, él, mi abuela, cómo sería su muerte, todo. Hasta que un, -Vamos, sacalo todo, dime que te pasa, todos queremos llorar-. Si era ella, hablándome, recordándome.
Sólo llore, no dije una palabra, sólo llore.
Pasaron un par de meses, dormía en el otro cuarto, a lado de él de ella, cuando me despertaron, era el momento de decir adiós.