Capítulo 2. Fuera de la rutina

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Hola~

Bueno, finalmente tuve algo de tiempo para avanzarle a esto ^^ (capítulo largo!)
Les agradezco mucho a todas las personitas que están apoyando el mini-fic. Los/as amo!! (≧∇≦)/

Espero les guste el capítulo! 

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CAPÍTULO 2. FUERA DE LA RUTINA

Rompiendo entre sus dedos el cigarrillo número 29 del día, el hombre más fuerte de Ikebukuro tiró este al suelo antes de pisarlo fuertemente con el pie, apretando los dientes en el proceso para contener un gruñido, mientras a cierta distancia su jefe y su compañera lo observaban. Por supuesto que no les había pasado desapercibida la actitud que había asumido el rubio desde hace ya una semana.

¿Que qué tenía de raro el ex bartender?

Ciertamente no podía decirse que el que golpeara o mandara a volar a personas por los cielos fuera extraño en él, aunque sí podía pensarse que las razones, la frecuencia, y la actitud para hacer aquello levantaba algunas sospechas sobre el asunto.

Es decir, todos en la ciudad sabían que jamás debían meterse con el hombre más fuerte de Ikebukuro, y aunque claro que nunca faltaban los idiotas que terminaban provocando al rubio de un modo u otro, esa semana en especial la cantidad de personas que habían sido mandadas al hospital por cortesía del susodicho había rotó el récord.

Además, otro punto extraño era que cuando no estaba golpeando a los clientes, el rubio se la pasaba hundido en sus pensamientos, esbozando una mueca de total enfado –y quizá, solo quizá, vergüenza– antes de romper su cigarro, volver a la realidad con un pésimo humor... y repetir la acción varias veces al día.

Varona y Tom habían tratado de hablar con rubio para saber lo que le sucedía, pero este se negaba a soltar aquello que aquejaba su mente, lo cual hacia aún más extraño el asunto. Shizuo no era la clase de persona que guardaba secretos, principalmente porque no solía necesitarlo; era un hombre bastante directo, o al menos en esa estima le tenían ambos. Cuando algo le agobiaba solía recurrir a Tom o Kasuka, más recientemente a Varona. Pero el asunto que aquejaba al mayor parecía ser demasiado "profundo" como para incluirlos en él, así que...lo único que les quedaba era esperar que todo mejorara en los días siguientes, aunque eso no parecía muy probable.

—Shizuo –la voz del castaño logró atraer la atención del rubio, justo antes de que llegaran con su próximo cliente –En esta llevare a Varona, ¿vas por unas sodas?

Sin decir nada el aludido asintió con la cabeza, antes de darse la vuelta para ir por el pedido.

Casi al mismo tiempo Varona y Tom se miraron a los ojos unos momentos, transmitiendo sus dudas de manera silenciosa. En verdad les estaba preocupando bastante su amigo. ¿Tendría algún problema familiar? No, definitivamente no. En dado caso las cosas serían diferentes. Parecía tratarse de algo más...

Mientras caminaban hacia el complejo de departamentos en donde vivía su último deudor del día, un nombre pasó fugazmente por las cabezas de los amigos del rubio, aunque bien este desapareció casi al instante debido a la imposibilidad de que esa persona tuviera algo que ver en el asunto, porque, después de todo, las cosas estaban tranquilas en la ciudad justamente porque Izaya Orihara no se había aparecido en esta desde hace ya unos días, así como tampoco había señal alguna de aquellos movimientos típicos y retorcidos de su parte, de tal modo que por ello no parecían haber causas suficientes para encender la furia del ex bartender cada 5 minutos.

Señorita KanraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora