Capítulo I

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10 de Enero, 2090

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10 de Enero, 2090.

El nuevo candidato a la presidencia ganó las elecciones.

Mi mente aún no procesa que eso haya ocurrido.

Hace un par de semanas, él iba perdiendo sin posibilidades de ganar, pero de repente se desencadenaron una serie de sucesos extraordinarios.

Todo comenzó cuando, una semana atrás, ofreció a todo el país la nueva generación de robots que recién salió al mercado. Por supuesto todos aceptaron. Todos excepto yo.

No soy alguien que confía fácilmente en las personas. Y eso no va a cambiar por un simple regalo con gran valor monetario.

Ese hombre es muy rico y tiene mucho poder, puede pagar eso y más. Por esa razón, hasta el momento parecía algo normal, una estrategia para ganar popularidad.

Lo realmente extraño ocurrió un día después de que entregara los robots, pues a una hora específica empezó a sonar una melodía inusual y posteriormente se oyó una detonación sincronizada. Todos y cada uno de los robots habían explotado, y desde ese punto, las personas empezaron a actuar de una manera poco convencional.

Mi mejor amiga, Lily, por más que le insistí que no lo hiciera, aceptó la gran oferta de dicho personaje. Mala decisión.

Cuando oí la explosión, no se me ocurrió otra cosa que llamarla. No contestó.

Me subí a mi auto y conduje hasta su casa, debí haberme teletransportado, pero no suelo reaccionar de manera conveniente en este tipo de situaciones, no obstante, no había tráfico, pues además de ser medianoche, escasas personas usan carro.

Cuando llegué me estacioné frente a su edificio, entré por la puerta principal y subí a su departamento. Toqué la puerta varias veces pero no hubo respuesta. Sin dudarlo, entré, ya que, mi huella dactilar e iris estaban registrados en su apartamento, me tiene la confianza suficiente para hacerlo y yo tengo la misma confianza hacia ella, de hecho, es prácticamente la única persona en quien confío.

Entré y las luces estaban apagadas. Sin embargo, destellos momentáneos creaban pequeños aros de luz, presioné el interruptor y lo primero que logré ver fueron los escombros y pedazos metálicos del robot, produciendo aquellas chispas que ya no eran tan notables, además de un oscuro rastro de ceniza en la alfombra que indicaba dónde había sido la explosión exactamente.

Pero lo que más me perturbó y espantó fue encontrar a Lily sentada en el sillón con la espalda erguida, ambas manos en las rodillas y la mirada fija en la pared. Había algo distinto en ella, sus ojos ya no emanaban ese brillo tan particular, ni relucían tan verdes como la grama fresca, ahora tenían un tono grisáceo y daban una impresión bastante lúgubre.

Le dije "Hola" pero no parecía escucharme. Nuevamente la saludé, pero no respondió. Agité la mano frente a su cara, como cuando alguien se queda mirando un punto fijo, ensimismado. Parpadeó un par de veces y al parecer reaccionó. Pero no fue la reacción más normal, o por lo menos la que yo me esperaba.

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⏰ Última actualización: Aug 07, 2018 ⏰

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Salvezza: El Comienzo del FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora