Capítulo 5

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-¿Porque no me esperaste?-rugió Joe en cuanto el auto estuvo circulando por la calle solitaria

-No lo sé, no creí que fuera a ocurrir esto-respondí llevándome una mano a la ceja al notar el líquido caliente y espeso que brotaba de ella

-Ni siquiera pudiste defenderte correctamente ¡mira nada más tu cuello!

-¡Maldita sea Joe! Estoy viva ¿Qué más esperabas de mi? ¿Tienes un pañuelo?-pedí con urgencia

Joe ni siquiera me respondió, acelero y empezó a hacer llamadas, a Dimitri para que estuvieran preparados en caso de que la policía llegará a examinar el lugar donde se guardaba la mercancía. Yo iba inmóvil en la parte de atrás del auto presionando mi ceja con mis dedos. Ahora podía sentir la opresión en el pecho de todas los cosas que se estaban enredando a mi alrededor.

-Tienes que hablar con Brook-pedí con un hilillo de voz, mi voz sonaba pastosa 

-Dimitri se encargará de eso-respondió Joe con brusquedad, levanté la cabeza lentamente para mirar por la ventanilla y me di cuenta que no iríamos a mi enorme apartamento, estabamos camino a un pequeño departamento cerca del barrio chino-Vas a descansar aquí mientras yo investigo que demonios esta pasando

-Al parecer no soy la única traidora-reflexione saliendo de mis pensamientos de golpe,alguien cercano a mi estaba pasando información tanto de un lado como de otro, la cuestión era averiguar quién y porque

Joe me tomo en brazos para ayudarme a bajar del auto

-Esto es vergonzoso ¿sabes? puedo hacerlo sola-protesté

-Yo te diré lo que puedes hacer sola, quedarte aquí por el resto de la semana, en silencio, escondida en las sombras y por el amor de Dios no hagas una locura

-Es estúpido

-Eso que te acaba de pasar es intento de homicidio, alguien quiere tu cabeza al precio que sea y no voy a ser yo quién se las lleve ¿entendido?-Joe saco un juego de llaves del bolsillo de su traje y con el abrió la puerta, si, este departamento era más pequeño y quiza por eso me parecía de lo más acogedor.

-Vendré a verte mañana, el refrigerador esta lleno

-No vas a quedarte?-pregunté sorprendida

-¿No dices que eres capaz de cuidarte sola?

-¿No te parece que estas diciendo incoherencias entonces?

Joe dejo las llaves sobre la mesa del comedor y se acercó tomando mi rostro con ambas manos

-Ten cuidado pequeña

-Lo mismo para ti-dije con los dientes apretados

Joe se fue tan rápido que sentí un vacío horrible, me sentía abandonada, eran solo las 9:30pm no había comido nada, ni siquiera llevaba dinero. Hasta que recordé que Joe era el encargado de mantener estos departamentos de seguridad, él las mantenía surtidas todo el tiempo. Un vago recuerdo me vino a la mente y camine hacia la habitación principal, sobre la cama había cojines decorativos, la colcha era mullida y de color blanco, era una cama con dosel, las largas cortinas de un blanco impecable estaban sujetas a los postes de la cama y en la cabecera había grabados intrincados diseños en la pesada madera de caoba, justo en el centro había un círculos perfecto que mi imitaba el sol que estaba abrazado por la luna. Clavé mis uñas en un rayo de sol y este se desprendió con facilidad, dentro había 2000 dólares.

-Bien hecho Joe-sonreí buscando donde podría haber puesto más dinero, no porque lo necesitará, simplemente tenía curiosidad, encontré 4 mil dólares más y ya un poco más tranquila fui a la sala y abrí uno de los cajones, dentro como no, había un móvil desechable, pensé en el mío que era una mierda ahora y lo saqué del bolsillo trasero de mis jeans para comprobar que la pantalla estaba hecha una pena. Fui al refrigerador donde había pegatinas de comida china y pizza a domicilio, llamé a la primera pizzería que se me cruzo y ordene una pizza grande de carnes frías. Joe no estaba aquí para decir nada pensé con alegría mientras encendía el ordenador que estaba guardado en la cajonera de la habitación.

Busque las noticias italianas, las españolas y las portuguesas, al parecer asociaban el cargamento que habían decomisado en MIlán con la misma banda de narcotraficantes que operaba en Madrir y Barcelona, Brook no había dado señales de vida desde su última llamada telefónica, no estaba segura de que Joe la hubiera llamado, debería esperar a que llamará, no podía llamar  a Joe, no podía saber que había sido de Liam no podía nada.

El timbre me sobresalto, vi por la mirilla y me encontré con la gorra del repartidor, abrí con cuidado y entonces cuándo el chico levanto la cabeza, me topé con esos ojos esmeralda que me habían dejado medio atontada.

-¿Jace?-pregunté sorprendida

-Hola Srita misterio!! No sabía que vivías por aquí. Toma tu pizza antes de que se enfríe-Jace hablaba animadamente 

-Me llamo A..Aura-mi voz salió temblorosa y de pronto recordé las marcas espantosas en mi cuello y el corte en mi ceja

-¿Que te sucedió?-preguntó Jace con preocupación, caminando en mi dirección apartó un tieso mechón de mi rostro y miró mi ceja-Eso no luce nada bien

-Jace...¿que haces repartiendo pizzas?-pregunté asombrada

-Ah! Es mi segundo empleo-pese a que la preocupación no había desparecido de su voz, me regaló una sonrisa y se le formaban unos adorables hoyuelos-Ya sabes el dinero nunca es suficiente 

-Creí que trabajabas en ese lujos edificio-moría de hambre así que destapé la pizza y tomé una rebanada-¿Quieres?

-En realidad debo volver al trabajo. -acaricio mi ceja con la yema de sus dedos

-Tal vez sí tu turno acaba pronto, puedas venir y comer pizza-dije antes de pararme a pensarlo 

Me miró arqueando la ceja y salió por la puerta sin mirar atrás

Me sentía realmente estúpida por haberle pedido que viniera pero me sentía tan sola y él me inspiraba confianza.

-Que estúpida eres Aura-dije destapando una soda y poniendo una canción en la computadora

Dos horas después el timbre sonó de nuevo y adormilada abrí sin precaución alguna.

-¿Esta en pie aún la invitación?-sonrió Jace desde el marco de la puerta 

Abrí y lo dejé pasar, tal vez no sólo estaba entrando al apartamento, tal vez Jace estaba entrando a mi vida.

Lose It AllDonde viven las historias. Descúbrelo ahora