Ice Cream // Shawn Mendes.

4

—¿Hablas en serio, Shawn? 

—Hablo muy en serio, Matt.

—Pero... solo le has hablado 2 veces en todo lo que llevas de "conocerla" —Hizo comillas con los dedos.— Me parece que te estás adelantado con todo.

—¿Lo crees? —Pasé mis manos por mi cabello, estaba frustrado, hace 2 semanas que no la veía, era como un gran Déjà vu, preguntándome si se encontraba mal, si estaba en peligro; pensando incluso si la han secuestrado, cosas totalmente ridículas.

—Por algo lo digo, dah. —El chico frente a mí rodó los ojos, colocó una mano en su frente y suspiró, observó su reloj de mano y de un salto se levantó de la silla.— ¡Tengo que irme! y Shawn... gracias por el helado.

—No hay por... qué.

Claramente no me escuchó, ya había salido de la heladería. Tenía una no-oficial-cita con una no-oficial-señora-Espinosa, tonto lo sé.

Levantándome de igual modo, voy directo a mi puesto. Casualmente faltaban 5 minutos para mi hora de salida, cuando la campanilla de entrada anunciaba que un nuevo cliente había entrado.

Mis ojos viajaron por su rostro, sus ojos y hasta su cuerpo, tenía un destello de luz casi irreal en ellos. Sentía como en mi interior se removía todo, ahora entiendo lo que las chicas sienten cuando les gusta un chico, totalmente horrendo.

—H-hola, Shawn. —Decía mientras tomaba entre sus manos el sweater que cargaba encima, un lindo color celeste.

—Hola, Brooke. 

Ella sonrió, pasaron unas segundos los cuales me parecieron horas, ella estaba ahí, parada frente a mí mientras me observaba los ojos fijamente; no estaba mal, ni la habían secuestrado, estaba bien, sonreí, su respiración se hacía cada vez más rápida. Decidí hablar.

—Te propongo algo. —Me incliné y puse todo mi peso en mis antebrazo apoyados en el vidrio que protegía el helado.— Puesto que ya salí de mi horario... ¿me acompañas a dar una vuelta?

Esas palabras parecieron sorprenderla, abrió mucho los ojos y casi parecía que se saldrían de sus órbitas, sonreí mostrando mis dientes, haciendo así una sonrisa ladeada, un mal habito en mí últimamente. Brooke decidió callar por un tiempo indeterminado, la luz del día cada vez más se desvanecía y estaba esperando su respuesta.

—Cre-creo que... sí. —Respondió firme, yo sonreí aun más.

Después de quitarme el horrendo delantal y cambiarme de camiseta, salí para encontrarla afuera del local mirando hacia el cielo, me apresuré a salir, la chica que atendía a partir de esta hora ya había llegado.

—Son hermosas, ¿no? —Preguntó de repente.

—¿Las estrellas? —Observé hacia el cielo, estaba lleno de estrellas, esa noche era la indicada, todo el cielo estaba iluminado, observé a mi lado, a una chica con lentes de ojos verdes.— Realmente hermosa.

—La noche nunca ha estado más bonita, ¿no lo crees? —Me observó, pronto su mirada se conectó con la mía, ahí fue cuando me di cuenta, la espera había valido la pena, fue cuando pude ver las verdaderas estrellas en su mirada, esta vez no iba a dejar pasar la oportunidad.

—Claro, la noche. 

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