Ice Cream // Shawn Mendes.

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Corrieron por las calles desoladas, tomados de la mano. Más de una vez corrieron por frente su casa, y no les importaba si alguien estuviera viendo -como su hermana-.

Para ellos, la felicidad del momento lo era todo, tenían lo que querían; no había soledad, no había sufrimiento, no había intrusos y estaban ellos dos, solos. ¿Quién no querría eso?

Se detuvieron gracias a un calambre. Shawn por favor.

—Vale, sentémonos. —Dijo Brooke, estaban a una calle del parque, desde donde estaban, había la luz perfecta para admirar las estrellas y luna, todo estaba en calma y en todo lo que lleva de la noche, sólo un auto había pasado.

—¿Cómo es que.. no te.. cansas? —Tomando respiraciones profundas, tratando de respirar bien.

—Nos hacen hacer ejercicio en la casa, no me puedo negar —Riendo bajo, quitó sus lentes y los limpió, al subir su mirada hacia Shawn pudo observar cómo este se había acercado, mucho, demasiado—, Sh-Shawn..

—Siempre me pregunté.. —Respirando sobre sus labios, sonrojada, con su mano sostenía el banco y con la otra sobre el hombro del castaño—. cómo serían tus labios de cerca.. —Observando muy detalladamente sus labios, observando cómo estos temblaban mínimo, también su cuello y mejillas al mejor rojo carmín que jamás haya visto. Después de todo, no eran tan diferentes—. o cómo sabrían.. ¿puedo?

Brooke se acercó aún más -si era físicamente posible- al rostro ajeno, sonrió y no supo de dónde sacó la valentía para decir:— Lo que se ve no se pregunta.

¿Se han preguntado sobre la emoción? sí, sobre la emoción. Una en particular, esa en la que sientes que te falta el aire, en la que no sabes si vas a convulsionar o simplemente reír. Cuando vez a tu padre después de un gran periodo de tiempo y te emocionas por saber qué te trajo o simplemente por verle. Cuando vas caminando y te encuentras un billete en la acera. Esa emoción se queda corta.

Hablo de la que sientes al saber que la otra persona tiene tu corazón y es compartido. Cuando piensas que realmente le importas a alguien y sabes que es realidad, o en este caso, la emoción que siente Brooke por este momento, porque sabe que será compartido y no sólo por sus pensamientos.

—Ven, acompáñame, tengo una sorpresa para ti.. —Sonrió, al darse cuenta de que Brooke seguía con una sonrisa atontada, ¿por qué es tan tierna? ¿por qué podrías hacer con mi corazón lo que se te venga en gana?, pensaba en ese momento, mientras caminaban de nuevo a la plaza.