Los Genios Del Equipo (Los Pingüinos De Madagascar) [Editando]

5. Un sueño ideal

𝙺𝚘𝚠𝚊𝚕𝚜𝚔𝚒

Desde que ha llegado Scarlet no dejo de pensar en lo inteligente, valiente y linda que es. Esperé mucho tiempo por alguien así, creo que el enamorarme de Doris ya no es algo tan importante. Sin embargo, claro que tendría que esperar a que Scarlet también demuestre, si siente algo por mí. Algún indicio han sido sus lindas risas que demuestran que la divierto un poco, tal vez no sea el más divertido, pero la hago reír... eso es bueno ¿no? 

En fin, tendré que esperar más tiempo para conocer qué dice sucede al pasar más tiempo con ella, como hoy, que estuvimos todo el equipo entrenando todo el día: ejercicios de estiramiento, razonamiento de problemas en el campo, la retirada táctica (que es como correr y huir pero con  un sentimiento de valor en lugar de cobardía) y otros ejercicios.

-¡Vamos muchachos! unos ejercicios más e iremos por unos hielitos...- decía Skipper mientras todos estábamos ocupados con todas las actividades que nos había dejado.

-Me pregunto si a él también le gustará hacer todo esto- 

-Oh, por favor Cabo, el es nuestro líder, seguro que lo ha hecho miles de veces. Él es mejor que nosotros-

-Además -apareció Scarlet a un lado de nosotros, siguiéndonos el paso-, siempre debemos estar en forma, ¿no? Para cualquier problema o imprevisto- 

-Precisamente. Y te hace sentir mejor emocionalmente, al  hacer ejercicio físico liberamos endorfinas, conocidas como "la hormona de la felicidad" por su capacidad para hacernos sentir más felices y positivos con nosotros mismos.

-¡Pues yo no me siento tan feliz con esto! -Dijo Cabo antes de caer al estanque por no haber girado a tiempo como los demás.

Finalmente entramos a nuestra guarida secreta a comer un poco (ya habíamos ido por hielitos) y entré a mi laboratorio, sorprendente mente Scarlet ya estaba ahí con sus lentes de laboratorio y un microscopio... ¿que estará haciendo ahí?

-Hola -dije improvisando: ¿y si hacía como si ya supiera que estaba ahí?

-Oh, hola, no te vi Kowalski, lo siento pero estoy usando un poco de tus instrumentos de laboratorio, solo es por ahora, espero no molestarte.

-Oh, no, por favor, úsalo todo lo que quieras. Eres la primera que veo manejando con destreza un matraz de Erlenmeyer. Puedes estar aquí cuando quieras...

-¿En serio? muchas gracias, me encantaría pasar más tiempo aquí.

-A mí también me gustaría pasar más tiempo contigo -Ella inclinó un poco la cabeza-. Ah, bueno, no conmigo... aquí, en el laboratorio, tu en un lado y yo en el otro, no necesariamente juntos...

Ella rió. ¿Le habrá parecido solo una broma?

-Sí, también me encantaría estar más contigo.

- ¿En serio?

¿En serio lo dijo?

-Sí. Bueno, eres tan inteligente y, la verdad creo que me entiendes más que los demás, somos  muy similares, ya sabes, los genios del equipo, podría decirse -dijo, haciendo énfasis en las últimas palabras.

-Nunca lo había pensado así -Comenté recargándome en mi escritorio, aunque dejé de hacerlo pues noté que pude haber tirado alguno de mis instrumentos. En realidad, siempre lo había pensado así.

Después de haber estado casi toda la tarde con ella, me dí cuenta de que no solo era una compañera más de laboratorio, era de verdad una amiga. Pero ¿qué había de ella y los otros? ¿También se llevará bien con ellos como para que siga perteneciendo al equipo? Fue algo que me preocupó y que no podía solo dejar pasar.