Los Genios Del Equipo (Los Pingüinos De Madagascar) [Editando]

6. La mejor cita

𝙺𝚘𝚠𝚊𝚕𝚜𝚔𝚒

Creía que ya era hora de que demostrarle que puedo ser más que un compañero para ella, así que pensé en algo que estratégicamente no podía fallar: Primeramente le hice una cita de trabajo para hablar de experimentos y sobre el equipo, pero entonces...

Está bien, mejor comienzo desde el principio:

Estábamos todos en nuestro lugar de siempre. -Bonitos y gorditos, muchachos- decía Skipper. Había mucha gente, así que fue buena idea haberla invitado a "salir" antes de que saliéramos.

-¿Cuál será la finalidad de la reunión? -me preguntó Scarlet, quien estaba a mi lado.

-Hay proyectos que hay que analizar y solo nosotros podemos llegar a una conclusión, hablando... y... ya sabes... Pero no tenemos que hacer solo eso, podríamos hacer otra cosa. También podemos ¡Resolver crucigramas! Si quieres...

-Claro. De hecho tengo que ver algunas cosas contigo y los otros antes de realizar nuestra segunda misión, ya sabes contra el Doctor. Ver algunos planos, conocer más el zoológico...

-¡Precisamente! -Me di cuenta de que había hablado más alto de lo usual, así que volví a mi posición erguida y seguí saludando a los visitantes con mi aleta-. Sí, podemos hacer todo eso -agregué, seriamente.

Salí a las mil novecientas veintiséis horas, cuando ya no había visitantes, para así poder tener un mejor panorama de lo que íbamos a ver y poder generar una buena conversación. Y pasando por el hábitat de Julien, yo, quien se supone un genio, seguía hablando más alto de lo normal:

-Le encantará a Scarlet la cita con el mejor... ¿será el indicado? ¿será indicado que sea a las veintiún mil horas. 

He deducido ahora que Julien entendió las palabras "el mejor" como "Julien".

-¡Moris! ¿Escuchaste eso?

-¿Qué? -dijo Moris, sacado de su descanso de cinco minutos- No, no escuché nada

-¡Claro que dijo algo Moris! Ese pingüino dijo algo sobre una cita con el mejor. Y apuesto a que será con esa nueva pingüinita llamada Scarlet.

-Amm... No creo que se haya referido a usted, su majestad.

-¿Cómo dices eso Moris?  claro que es a mí a quien se refieren. ¡Quién más es conocido como "El mejor"! Así que voy a enlistarme. Será este día a las veintiún mil. Así que... ¿Qué hora es esa, Moris?

Moris lo pensó un momento. -A las nueve.

Estando en nuestro hábitat me encontré a Skipper, justo cuando habíamos decidido Scarlet y yo que íbamos a hacer el recorrido al zoológico primero antes de que oscureciera más.

-¿A donde van ustedes dos? -nos preguntó.

-Pues, íbamos a... recorrer el zoológico. Para planos y esas cosas... 

Esta vez, hablé más bajo de lo normal.

-¿Por helados? Oh, hielitos. Bien, solo les doy 10 minutos. Hoy veremos la misión contra ese delfinicillo. -Y se dio la vuelta, sin permitirnos explicarnos más.

-Bueno... no podremos recorrer el zoológico en diez minutos -dije, decepcionado.

-Pero sí para un hielito -dijo Scarlet, positiva. Y salió del hábitat. 

Mientras tanto Julien se arreglaba para su cita, puso una mesa, fruta, flores y hasta velas. 

-Bien, ahora solo hay que hallar una forma para traerla hasta aquí- dijo Julien.

-Yo la Traeré!- dijo Mort tiernamente

-Aigh, esta bien Mort, pero una cosita.

-¿Sii?

-¡No toques mis pies!- y lo pateó hasta el hábitat de los pingüinos. Al llegar, Scarlet había salido justamente.

-Ou... ¿Mot? ¿Sí era Mot? ¿qué haces aquí?

-Me pidió Julien que te atrapara.

Scarlet rió, no convencida de que lo dijera en serio, hasta que Moris apareció con un costal y la atrapó.

"Pero sí para un hielito", esta vez, sí lo decía en mi mente. Y lo repetí aquello que dijo ella. Pensé que quería ir por un helado y por eso no la seguí. Pero entonces entendí que quizás, podíamos haber ido por un hielito después de todo, y que seguro ella estaba esperándome para irnos juntos. Pero cuando salí, ella ya no estaba.

Así que esperé diez minutos.

𝚂𝚌𝚊𝚛𝚕𝚎𝚝

No tuve tiempo de planear algo. Apenas había elegido qué movimiento hacer, me sacaron del costal y noté que habíamos llegado al hábitat de Julien. Me quedé en una mesa, mientras Julien se acomodaba un poco su moño negro del cuello. 

-Y dime... ¿qué se siente tener una cita con el mejor de este zoológico, he?

-¿Qué? ¿de qué estás hablando? Yo no tenía planeado una cita contigo.

-Claro que sí, hasta ese pingüino genio loco lo sabía.

-¿Kowalski? Ah... pero hablábamos de él y yo, en una cita de trabajo, no de... otro tipo -me aclaré la garganta.

-Claro, si era con ese pingüino, era obvio... de todas formas a Kowalki no le gustan las de su tipo... Si sabes a qué me refiero. ¿Vas a comerte eso? -tomó el mango que Moris tenía en la mano y comenzó a masticarlo.

-¿Y a qué te refieres? -pregunté.

Moris contestó: -A Doris... es una delfín, desde que se conocieron anda perdidamente enamorado de ella.

-Es algo extraño -dijo Julien- ¿Tú vas a comerte eso? -Y tomó de mi plato las uvas que había.

-No, está bien -dije, pensando en lo que me habían dicho sobre Doris-. Yo no como fruta... Espera, ¿entonces creíste que tenía una cita contigo, pero tuviste que mandar a Mot y Moris por mí con un costal?

Se quedaron en silencio y Julien volteó a ver a Moris.

-Le dije que no hablaba de usted, su majestad.

-Bien, bien. Puede que me haya pasado esta vez. Puedes irte, Scarlet. Aunque, si quieres intentarlo otro día...

-Creo que ya me tengo que ir -dije, sin poder fingir una corta risa.

-Adiós -me dijo el pequeño alzando su manita.

Regresé a mi hábitat. Llegué justo a tiempo para que dieran inicio a la junta. Skipper me saludó y pensó en que los quince minutos que había tardado habían sido porque había pasado por un hielito y lo había terminado en el camino. 

-Algo así -dije afirmando con la cabeza- Pero podemos continuar con tus planes, Skipper.

Continuamos como se había dicho: con planes. 

Pero no hubo ningún crucigrama después.