Lagrimas

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A pesar de la poca iluminación en la habitación, pues eran las cuatro de la mañana, TaeHyung pudo ver con claridad a Kookie durmiendo de lado en su cama.
- Maldito.
Caminó hasta ahí sin encender la luz y haciendo ruido con sus pisadas, pero el menor ni se inmutó. Se arrodilló en la cama y se inclinó sobre él, lo observó unos segundos, ¿En serio iba a despertarlo cuando estaba tan tranquilo durmiendo?
¡Claro que si! Era una buena venganza por haberlo abandonado todo el día y haber permitido que hiciera semejante estupidez. Ah.. De solo recordarlo…
Los pensamientos se esfumaron de repente porque lo que menos quería hacer el castaño en ese momento era pensar.
Tomó a JungKook por los hombros, lo puso boca arriba y se acomodó en cuatro sobre él. Lo sacudió un poco.
- ¡Despierta!
No hubo respuesta.
TaeHyung se sintió aliviado de compartir habitación sólo con Kookie, así se ahorraba la tarea de tener que llevarlo a otro rincón de la casa para coger tranquilos.
¿Cómo podía dormir aquel chiquillo cuando él estaba tan inquieto, caliente, confundido, triste…?
- ¡Despierta, JungKook! - lo volvió a sacudir.
- Humm - esta vez si recibió respuesta. Los ojos del pelinegro se abrieron lentamente y frunció el ceño - ¿Tae? - pestsñeó varias veces - ¿Qué estás haciendo? - miró a sus lados algo aturdido y entrecerrando los ojos, acostumbrándose a la poca luz de la habitación. Volvió a mirar a su hyung sobre el - ¿Qué hora es?
El mayor sin esperar más se inclinó sobre él y unió sus labios. Se dejo caer sobre el cuerpo de JungKook y profundizó el beso, abriéndose paso en ellos con su lengua en busca de la contraria cuyo sabor ya se sabía de memoria.
Sintió las manos de su amigo temblar mientras trataba de apartarlo, pero TaeHyung estaba cegado, sólo quería hacer una cosa.
Dejó aquellos labios para pasar su lengua por el delgado cuello del pelinegro hasta llegar a sus clavículas. Lo tenía bien sujeto, no se podría escapar.
- ¿Qué te pasa, Tae? - Kook aún sonaba dormido mientras el otro succionaba suavemente su piel.
El mayor volvió a callarlo con un intenso beso que está vez fue correspondido, sus lenguas se acariciaban entre sí.
A TaeHyung siempre le gustaron los besos de su amigo, de hecho el chiquillo besaba bien, pero en el fondo, su mente y corazón deseaban otros labios, unos más finos y menos rosados pero que parecían tan suaves como seda, deseaba con tanta fuerza que las caricias que sentía en su nuca y cara no fueran de su amigo Kookie, sino de su amor HoSeok.
Maldición... No quería ni pensar en aquello.
Se separó de los labios del menor dejando un hilo de saliva entre ellos y lo giró bruscamente dejándolo boca abajo.
Con torpeza se bajó los pantalones junto con la ropa interior y trató de hacer lo mismo con su amigo, pero este le detuvo y trató de alejarse.
- Deja de moverte - TaeHyung se empezaba a desesperar.
Siempre que iban a hacerlo JungKookie era el primero en parar el culo en la cama, ¿Qué rayos le pasaba ahora? Pudo bajarle los pantalones finalmente.
- ¡No tengo ganas, TaeHyung! - se apoyó en sus codos y giró un poco su cuello para mirarlo, el mayor se encontraba sentado en su trasero con el pene ya erecto - ¿Estás borracho?
- Claro que no - mintió. Se la había pasado toda la noche en el bar que quedaba en la esquina del departamento, no quería estar en el mismo lugar que HoSeok, por eso esperó a que todos se durmieran para volver, y no iba a quedarse ahí sentado sin tomar nada. Quiso introducir el pene en la entrada del menor pero se le resbaló todas las veces que lo intentó - Maldición... - susurró, ya sentía que arrastraba sus propias palabras - abre más las piernas - trató de hacerlo el mismo, tomando sus muslos y separandolos.
- ¡Te dije que no, Tae!
Forcejearon. ¿Qué carajo? ¿Desde cuándo Jeon JungKook se negaba a tener sexo con él? Esto era algo nuevo. TaeHyung sentía mucha rabia crecer dentro de él.
Quedaron cara a cara, el castaño seguía estando arriba y ahora mantenía agarrado al menor por las muñecas. Sus penes se tocaban, al igual que sus narices.
- Todo es tu culpa.
El menor soltó un suspiro - ¿Ves que si estás borracho? No sabes ni lo que dices.
Se sentó en la cama para apartarse, pero TaeHyung lo empujó acostándolo otra vez. JungKook lo miró molesto, se venía otra pelea pero de disipó cuando ambos vieron lágrimas caer sobre las mejillas de Kook.
- ¡Si hubieras estado conmigo no me hubiera ido con Hobi hyung!… ¡Y no me sentiría así ahora! - TaeHyung sentía sus lágrimas correr por sus mejillas hasta caer en las de JungKook, quien no dejaba de mirarlo - ¡Le dije que lo amaba y me rechazó! - sintió su voz quebrada al mismo tiempo que apretaba con fuerza la camisa de su amigo - Dijo que jamás me vería como algo más que un gran amigo - soltó al menor y se sentó en la cama -  ¿Cómo pudo decir eso?
Las lágrimas no paraban. Sintió más rabia hacia Hobi hyung, ¿Por qué lo había rechazado? ¿Por qué usó esas palabras tan sutiles?
- ¿Es que no soy bueno? - continuó diciendo entre llantos - ¿Qué me falta…
Fue interrumpido por su amigo, quien lo aferró a su pecho, con una mano le acariciaba la espalda lentamente mientras la otra le tocaba el pelo.
- No te falta nada, Tae… - susurró cerca de su oído - Tú eres perfecto.
Las lágrimas de TaeHyung pararon de la nada, su nariz estaba impregnada del aroma a jabón de Kookie, ahora eran sus manos las que temblaban, y como pudo enredó sus brazos al menor correspondiendo el abrazo que este le estaba brindando y enterró la cara en el espacio entre su cuello y su hombro.
JungKook le acariciaba el pelo mientras le decía que todo estaría bien... Y TaeHyung no quiso pensar en nada más, pero no pudo evitar imaginar lo perdido que se sentiría si su amigo no estuviera ahí.

Sin darse cuanta ambos se durmieron entre las sabanas de Kook.

Lo que quieras <VKook>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora