TU, YO Y UNAS CUANTAS BALAS EN MEDIO... (jelsa)

3°

Voy directo al dormitorio de los chicos después del desayuno, se les indicó que debían estar en el dormitorio a las 9:30, espero que sepan seguir instrucciones. Abro la puerta.

–Buenos días novatos, espero que estén listos, vámonos

Salgo y ellos me siguen, miro por el rabillo del ojo para asegurarme que no se quede ninguno.

–Bien, cada grupo tiene su sala de entrenamiento, a nosotros nos toca la sala Sur

–Será así de seria siempre? –pregunta un chico, solo lo escucho, prefiero no responder –

–Amiga!

Vuelvo la vista atrás y es Kida la que me habla

–Que sucede?

–Ah, ya que no entrenamos esta mañana, quedamos de vernos en la noche, te apuntas?

–Yo si entrené

–Ah pero tu entrenas a las 4 de la mañana, bueno te apuntas o no?

–Claro –le digo con una pequeña sonrisa –

–Bien, te dejo, debo entrenar a mis chicos

–Jaja, tendremos 2 años para eso

–Pero hay que empezar –me grita sonriendo mientras se aleja–

Cuando llegamos a la sala de entrenamiento abro la puerta y les pido que se reúnan, casi todos son de mi estatura, quizá unos 2 cm más bajos, pero el chico peliblanco, no recuerdo bien su nombre, es algo más alto que yo.

–Okay, ustedes me llamarán Señorita, o Queen si lo prefieren, seré su instructora por este año y estarán a mi cargo los próximos dos años, bien, nosotros seremos el grupo principal, lo que significa que tenemos que ser más disciplinados, más rápidos, mejor preparados que los demás, cuando terminen su entrenamiento, a ustedes y a mi nos enviaran a las misiones más peligrosas que hay, una vez allá, no hay tiempo para regresar, no hay toma dos, lo que pasa allá afuera se quedará así por siempre, así que les pido que den lo mejor de ustedes

–Cual es su nombre? –me pregunta Astrid –

–Ustedes me llamarán, Señorita Queen, ya lo he dicho antes

–Pero Queen es su apellido no?, como se llama? –vuelve a preguntar y la pregunta me irrita –

–Bueno, si no quieren llamarme por mi apellido, pueden decirme instructora –lo digo en un tono seco y serio a la vez, parece darse cuenta de que me desagrada la pregunta porque guarda silencio –

Los veo por un momento antes de seguir hablando, trago saliva para relajarme y continuo.

–Bien, el entrenamiento es indispensable para cualquiera que trabaje para la CIA, así que tendrán que entrenar duro. Solo habrá un par de reglas aquí:
1. Nunca rendirse
2. Dar lo mejor de ustedes
3. Trabajar en equipo
4. No buscar problemas
5. Respetar las instrucciones que se les den
6. No hacer preguntas sobre mi
Si todos entienden esas 6 sencillas reglas, ustedes y yo nos llevaremos bien y el entretenimiento no será tan pesado para ustedes. Alguna duda?

–No hacer preguntas sobre usted?–me pregunta el chico peliblanco, y percibo un tono de burla en su voz–Que tiene muchos secretos?

–Eso no es de tu incumbencia novato... Bien, descartando la pregunta, su entrenamiento empieza hoy, así que, amm, alguien puede decirme cuanto corrían en su escuela?, debieron ir a una escuela de pre–entrenamiento antes de venir aquí, no?

–Sí, Señorita –Heather responde a mi pregunta –Normalmente eran 15 km

–15?! –le pregunto un poco sorprendida–