Comienzo de la pesadilla

6K 537 111
                                    

Desde hace semanas me siento extraño cuando estoy en compañía de dos de los maknae.
Estos se han estado comportando sumamente raro para conmigo. Al principio pensé que era solo mi imaginación, pero al correr de los días me fui dando cuenta que no lo era.
Los primeros días me sentía observado, y cada que los miraba estos tenían los ojos puestos en mi; pero no le di demasiada importancia al asunto.
Luego, esa misma semana, se acercaron más a mi. Este asunto en realidad, no lo tome en cuenta tampoco, ya que no era extraño que ellos se acercaran a algún miembro del grupo para después pedirles algo de ayuda o comentarles de algún problema que tuvieran. Pero esto no fue así, y por alguna razón comencé a sentirme algo incómodo con su nueva cercanía, así que solo supuse que debían ser ocurrencias mías y trate de no darle importancia a mi pequeña incomodidad.
Todo cambio en la segunda semana, mi anterior pequeña incomodidad se acrecentó cuando el menor de ambos comenzó a rozar uno de mis muslos con su mano en una sesión fotográfica. Lo hubiera dejado pasar como un fanservice si no me hubiera fijado en la mirada de furia que presentaba el otro menor cuando lo noto, y la manera brusca en la que me jalo para separarme del que me estaba tocando. A todo esto me enoje con ambos y les dije que arreglaran sus asuntos, pensando en que habían tenido una de sus tantas peleas de amigos y buscaban darse celos conmigo, ya saben, como diciendo: "mira, no te necesito, ya tengo otro mejor amigo".
A la tercera semana ya eran mejores amigos nuevamente.
Eso me hubiera dejado tranquilo de no ser que, ahora ambos me abrazaban, rozaban mis muslos con sus manos o se apegaban a mi todo lo que pudieran. En mi cabeza repetía una y otra vez, que me tranquilizara que todo era parte del fanservice, hasta que llego la noche.
Me acababa de duchar, así que me encontraba solamente en bóxer y una bata blanca de ducha, me recosté en mi enorme y cómoda cama matrimonial, (ya que ahora no compartía habitación con nadie me podía dar el lujo de tener una) y me coloqué los auriculares cerrando mis ojos, para así relajarme un rato antes de vestirme y bajar a cenar junto al resto.
Estaba casi dormido cuando sentí que se acomodaban a ambos lados de mi, abrí mis ojos abruptamente para maldecir a quien osaba sacarme de mi casi sueño, pero me sentí completamente cohibido cuando note de quienes se trataba. Mis dos maknaes favoritos (aunque el menor es el favorito entre ambos), se habían acostado uno a cada lado de mi cuerpo, y me sonreían, pero había algo más en esas sonrisas que me hacían ponerme nervioso y quizás algo....¿avergonzado?. Opte por retirarme los auriculares para preguntarles porque se metían en mi cama.
Y ahí fue cuando todo comenzó.
Pude sentir como una mano se adentraba por mi bata para acariciar mi pecho, mis mejillas se encendieron de inmediato, pero el resto de mi cuerpo no me respondía. Un segundo después, sentí una segunda mano viajando lentamente desde mi rodilla hasta el muslo, subiendo hasta casi rozar mi entrepierna y volviendo a bajar hasta casi llegar a la rodilla.
No sabia que hacer, me encontraba congelado ante esta situación, trataba de articular alguna palabra, pero nada salia, no encontraba mi voz.
La mano que se habían escabullido por mi pecho, rozó uno de mis pezones, y el jadeo que solté hizo que no solo mis mejillas, sino que todo mi rostro y orejas ardieran.

-¿Qué hacen?- medio susurré tratando de no soltar algún otro sonido vergonzoso.

¿Que hacen?¿enserio Yoongi? Te están manoseando, idiota!. Y tu... tu lo estas permitiendo, y por si no fuera poco lo estas disfrutando. Me abofeteé mentalmente ante mis pensamientos.

-Tranquilo Hyung, solo queríamos agradecerte por lo de la semana anterior-  murmuró el  mayor muy cerca de mi cuello, haciendo que me estremeciera.

-¿De..de que hablas? ¿Que hi...ce?

El menor de ellos tiro de la cuerda que mantenía mi bata cerrada y su mano que anteriormente jugaba con uno de mis pezones, bajo hasta la tela de mis boxers, paso uno de sus dedos de un lado al otro sin llegar a introducirlo y mi espalda se arqueo involuntariamente, cerré mis ojos y mordí mis labios para no gemir.

-No te muerdas hyung, podrías lastimarte- dijo y se inclinó para rozar nuestros labios.

-No...no, esto...ahh- no aguante el gemido que se escapo de mis labios cuando ambos menores llevaron sus manos a mi entrepierna.

En ese momento recuperé el sentido y la movilidad de mi cuerpo. Me levante de un salto, cerré mi bata de baño y me gire a mirarlos con mi peor cara.

-No vuelvan a hacer esto. Ahora largo de mi habitación!

Jimin y Jungkook se miraron entre si para luego observarme con una media sonrisa cada uno. Esto me hizo sentir indefenso, pero no iba a demostrarlo ni muerto.
Se levantaron y se acercaron lentamente hacia mi, aunque quería retroceder, no lo hice, en cambio, levanté mi barbilla, observándolos seriamente, demostrándoles que no les iba a dar la chance de intimidarme.

-Desde hoy eres nuestro Yoongi, así que vete acostumbrando, no te libraras tan fácil de nosotros- dijo Jimin mientras alzaba una mano para tocar mi mejilla, corrí la cara al instante.

-Hyung, no queremos hacerte daño, sólo queremos demostrarte cuanto te amamos- habló Jungkook tomándome de la cintura delicadamente para depositar un pequeño beso en mi mejilla.

-Salgan de mi habitación!- aparte al maknae de mi cuerpo- y lo que paso aquí, se queda aquí.- les abrí la puerta para que se marcharan.

Pero esto fue solo el comienzo.


PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora