Pesadilla

Primera vez

-Ponte en cuatro Yoongi

Hice lo que Jimin me ordenó y sentí como ambos menores se acomodaban, Jimin detrás de mi y Jungkook a mi costado, ambos arrodillados con sus ojos puestos sobre mis trasero. Esto me hizo sentir mas avergonzado de lo que ya estaba.

-No te avergüences hyung- susurró sobre mi oído Jungkook para luego pasar su lengua por mi sensible cuello.- solo disfruta...

Las manos de mis dongsaeng comenzaron a acariciar todo mi cuerpo. Mis jadeos se convirtieron en tímidos gemidos en el momento que pasaron a acariciar mis piernas, mi cuerpo tembló, y un gemido un poco mas fuerte que los anteriores se me escapó al sentir como acariciaban mis muslos internos.
En ese momento sentí el ruido de una tapa al ser abierta.

-Yoongi, acuestate sobre mi

Jimin se tendió de espaldas en la cama, me sujeto de las caderas y me sentó sobre las suyas, separando mis piernas para que quedaran una a cada lado de su cuerpo y me recostó sobre su pecho para besarme. Sus manos bajaron por mis laterales hasta llegar a mi trasero, lo apretó sutilmente, haciéndome soltar un gemido sobre sus labios, lo levantó y separó mis nalgas dejando mi entrada totalmente expuesta a la vista del maknae, el cual se encontraba ya posicionado detrás de mi. Uno de sus dedos comenzó a pasearse por mi entrada, lubricando los alrededores, haciéndome desear tenerlo dentro. Mis caderas empezaron a mecerse involuntariamente, buscando  apresurar a mi maknae. Sabia que iba a doler, pero en ese punto de calentura en el que me encontraba ya nada me importaba, solo quería sentirlos, quería que me hicieran suyo de una vez.
Cada uno de los movimientos que hacia con mis caderas creaba una magnifica fricción con el enorme miembro de Jimin, pero necesitaba más, mucho más.

-Por..ahh..por favor..más!-gemí aumentando la velocidad y por ende la fricción que hacia con el miembro opuesto.

En ese momento sentí como uno de los dedos de mi dongsaeng se introducía lentamente en mi cavidad,  un gruñido de incomodidad salió de mis labios, aun así no deje de mover mis caderas, estaba demasiado caliente como para pararlo.
Jimin pasó a morder, besar y lamer mi cuello, una de sus manos soltó el agarre que tenia sobre mi nalga, para poder meter, también el, un dedo. Lo metió bruscamente, haciendo a mi cuerpo tensarse un poco y que soltara un gritito de dolor, sin embargo no lo retiró, y empezó a sacarlo y meterlo al mismo tiempo que el de Jungkook. El poco dolor que había sentido desapareció, ambos, al darse cuenta de que ya me había acostumbrado, insertaron dos dedos mas de una sola vez, un dedo cada uno.

-Duele! Ahh!

-Ya pasará, bebé, necesitamos dilatarte bien...-dijo Jungkook con voz grave en mi oído, a la vez que comenzaban a abrir sus dedos en forma de tijera.

Al cabo de unos minutos el dolor se fue y dio paso a un placer extremo, pero cuando encontraron mi próstata, juro que vi el cielo, aún así, seguía necesitando más.

-Ahh! Más! Quiero más!- mis gritos, sus gruñidos y el calor de sus cuerpos me intoxicaba, mi mente estaba completamente sumergida en el éxtasis y las sensaciones que estaba sintiendo por primera vez.

Sus dedos se retiraron de mi interior y casi parecía que lloraría al sentir ese vacío, hasta que sentí como algo mucho mas grueso hacia presión intentando entrar.
Jungkook introdujo su gran y grueso pene de una sola estocada en mi. Dolía, oh dios, dolía mucho mas que cuando comenzaron a dilatarme. Me atraganté con un sollozo y las lágrimas se hicieron presentes, traté de hablar, pero el aire se había escapado de mis pulmones, dejándome sin aliento.

-Oh dios, bebé, lo siento..mmmhj..pero estás tan jodidamente apretado y caliente que no pude resistirme...- habló Kookie, mientras acariciaba mi cuello con su nariz.