Primer Asesinato

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Las flores del jardín empezaban a marchitarse con la llegada de las primeras heladas. Así que corté aquellas que estaban bien aún y las puse en jarrones con agua decorando la entrada a mi casa. Hoy por primera vez en mucho tiempo me sentía feliz, iba a ser visitada por Marinette, aunque ella no lo sabía todavía, me alegré de saber que le dieron de alta en el hospital, así sería más fácil acabar con ella, no tendría tanta vigilancia. Mi idea era aparecer a las ocho en el Black's Pub donde tocaría Damien y su grupo y encontrarme allí con mi amiga e invitarla a venir a mi casa. Sabiendo como era ella aceptaría seguro sin avisar a sus padres.

-Pobre chica muerta- sonreí maliciosamente viendo una foto suya en la pared de mi cuarto.

Pero antes de nada debía comentárselo todo a ese misterioso chico que sigue todos mis movimientos y quiere ayudarme

-..Y bueno ese es mi plan- le explique como iba a llevar a cabo el asesinato.

-Lo veo muy bien, espero que tengas éxito- dijo con voz calmada.

-Te lo comentaba por que pensé que tal vez necesitaba tu ayuda- empecé a entrelazar un mechón de mi pelo entre mis dedos.

-Debo saber si sirves para esto, ya te ayude bastante en el laboratorio de tu instituto- escuché al otro lado del teléfono un grito de otra persona.

-¿Qué fue eso?- pregunté.

Oh nada, solo parte de un trabajo en el que ando ocupado jeje- escuché como la persona que gritaba tosía hasta terminar callándose... ¿Que estaría haciendo este misterioso contacto?

-Además, tengo que ponerte a prueba, se bien que no tienes esa vena sensible que puede hacer que te apiades de la víctima- hizo una pausa corta -pero tengo que comprobar que puedes mantener la compostura, matar a alguien tiene sus complicaciones, NO PUEDES TOMÁRTELO COMO UN JUEGO- tras eso colgó la llamada.

Se bien a que se refería, no podía dejar pruebas que me incriminasen. Miré al reloj de péndulo antiguo de la sala de estar. Las once... dispongo de tiempo suficiente todavía. Me encaminé hasta el cuarto de mi hermana mayor, todo yacía tal y como ella lo dejo el día de su muerte solo que con menos sangre. Abrí su armario y cogí un vestido negro corto y algo pomposo, le añadí un lazo azul a cuadros en el cuello. Después cogí unas medias negras que quedaban justo por encima de la rodilla y unas converse del mismo estampado y color que el lazo.

Fui al despacho de mi padre, allí había muchas armas de coleccionista, entre ellos un cuchillo en particular que me gustó desde que era pequeña. Mi padre lo llamaba karambit, me dijo que le costó mucho conseguirlo, su hoja se trataba de un material parecido al ópalo, el cual es blanco cuando le da poca luz, pero según la intensidad de esta podía hacer ver a la hoja verdosa, azul o rojiza. Lo guardé con su respectiva funda que se ataba a la pierna, la falda lo tapaba a la perfección. Esa tarde estaba nerviosa, pero no podía fallar...

Me encontraba frente al Black's Pub, mi amiga debía estar allí dentro, para ella era una total sorpresa verme aquí. Normalmente me llamaba para quedar pero ya no lo hacía como antes. Supongo que desde que se enteró de que Damien me gusta queda con el a escondidas ¿Cómo se puede ser tan cruel? ¿pretende acaso tener mi amistad y el amor de mi crush a la vez?... no... no le daría ese gusto.

Entré al local, estaba bastante lleno, pero se notaba un buen ambiente. Me senté en uno de los sillones cercanos al escenario improvisado, del otro lado estaban el grupo que iba a tocar y varias chicas, entre ellas Marinette, estaba exageradamente arreglada, me daba mucho asco...

-Hey Haru hola- me saludo alegremente Damien. Le devolví el saludo y me acerqué al grupito.

Las chicas me veían con desagrado mientras los chicos me saludaban amablemente.

Murder TaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora