Claroscuro ||Solangelo One-shots||

; azul;

  No era necesario reparar demasiado en la apariencia de cierto hijo de Hades para deducir que su color favorito era el negro. Y es que cuando llevas conviviendo con el mismo chico día tras día durante ya más de un año y su estilo de vestir se mantiene siempre dentro de la misma gama de color has de suponer que es porque de verdad, de verdad tiene cierto gusto por dicho color.

  Por esa misma razón fue que la mayoría de los sentados en la autodenominada Mesa de los Siete se quedaron viendo al chico Valdez con las caras más grandes de seriedad cuando se atrevió a pasar un brazo sobre los hombros de Nico e inquirir de lo más casual saber su color favorito.

  Jason se inclinó sobre la mesa, masajeándose las sienes y abriendo la boca para formular una respuesta antes de fruncir el ceño y cerrarla nuevamente, resignándose a mirar al Rey de los Fantasmas con una ceja levantada, una señal silenciosa de que respaldaba la pregunta de Leo.

  Calipso escaneó al pelinegro con la mirada rápidamente, suspirando ante la estupidez en la pregunta de su novio.

—Valdez, cariño, creo que ha quedado más que claro que el color favorito de Nico es el ne...

—Azzurro—interrumpió Nico, llevándose un pedazo de manzana a la boca y observándola con desinterés antes de comérsela entera.

—¿Eh?—Piper frunció el ceño—. Hum, ehh, realmente no entendimos.

  Él parpadeó un par de veces, frunciendo el ceño.

—Hablaste en Italiano nuevamente—respondió Annabeth a la pregunta no formulada, encogiéndose de hombros—. Tiendes ha hacer eso muy seguido últimamente, ¿no crees?

  Las mejillas de Nico se tornaron de un pálido color rosado mientras murmuraba alguna excusa a medias acerca de la Cabaña de Apolo y el lenguaje de la música siendo Italiano antes de aclararse la garganta y sonreír sólo un poco.

—Azul, mi color favorito es el azul.

  Un boqueo unísono fue lo único que se pudo escuchar antes de que cierto hijo de Poseidón rodara los ojos y apuntara en diagonal desde la otra esquina de la mesa con un tenedor plástico hacia su primo.

—Sigues insistiendo en que no soy tu tipo, ¿Nico? Porque si esto es otra broma yo...

—¿Qué? ¡No! No esta vez, lo prometo—. El hijo de Hades rió, enseñando los dientes y pasando un mechón de su cabello negro detrás de su oreja antes de morderse el labio—. La verdad es que el azul es realmente un color bastante bonito... creo que nunca me había dado cuenta.

  Esta respuesta pareció complacer a Percy porque un brillo juvenil se apoderó de sus ojos y su sonrisa habitual volvió a curvarse en sus labios.

—¡Lo sé! ¿Cierto? Dios, ¡y la gama es tan extensa! Está el azul cobalto, y el lavanda, el azul marino, el azul oscuro, el azul pastel...

—No, no. No me gusta el azul como tal. Pero el azul celeste, el azul cielo, ese... ese es mi color favorito.

—¿Eh? ¿Celeste? Supongo que nunca lo había pensado así, aunque es un color bonito, ¡pero hay azules más bonitos! Está el azul eléctrico, y el azul turquesa, y el...

—Ah... ¿y eso como por qué?—preguntó Annabeth, ignorando por completo el pequeño berrinche de su novio.

  El pelinegro dio un suspiro enamorado hacia su manzana, tomando otra rebanada antes de llevársela a la boca y estirar el cuello para ver sobre la cabeza de Jason y hacia la mesa de Apolo, donde su novio se encontraba riendo acerca de algo que habían dicho sus hermanos.