Claroscuro ||Solangelo One-shots||

Un bellissimo angelo mandato dal cielo

  Resulta que establecer una relación formal frente al público obtuvo una respuesta mejor de lo esperada. Por supuesto que hubo pequeños grupos de personas con una mente cerrada que se rehusaron a vivir en un lugar donde dos hombres fueran sus regidores, argumentando que no era natural y bla, bla, bla. Honestamente, a Nico no podría haberle importado menos, pero Will parecía querer morirse cada que alguien lo miraba con desprecio, se encogía en su lugar y miraba fijamente el suelo,  como si esperara que de un instante a otro este se abriese y lo tragase vivo. Con el lado obvio de la lógica, eso nunca pasaba. Lo que sí llegó a pasar fue la oferta de Hades hacia todos los discordantes. 

  Realmente era algo simple, y Will no sabía ni a quién extender su agradecimiento, si al recientemente coronado rey Perseus Jackson, o a Hades, a quien se le había ocurrido la idea. Sea como fuere, el rubio realmente estaba agradecido. Gracias a un acuerdo entre ambos reyes, los habitantes del reino que no estuvieran de acuerdo con la unión podrían mudarse hacia donde Percy, a cada uno se le asignaría una casa y un trabajo y se les ofrecería protección como ciudadanos registrados.

  Un par de barcos después y, al cabo de una semana, los pequeños grupos se extinguieron.

  Nico durmió junto a Will ese día. 

  Lo extraño de toda esa situación, pensaba Nico mientras Hazel le arreglaba la corbata, es que cuando la gente los miraba de manera acusatoria la respuesta del rubio iba más allá de encogerse en sí mismo, sino que también se apegaba a Nico lo más posible, como si quisiera refugiarse en él.

  Una sonrisa se curvó en sus labios ante tal descubrimiento. Will lo veía como un refugio, un lugar donde estar a salvo. Will lo veía como terreno seguro y no como algo a lo que debería esconderse. 

  Un sentimiento cálido se anidó en su pecho. Will era su hogar, y Nico era el del rubio.

  Hazel, quien se había mantenida callada por ya bastante tiempo, pareció notar que la imaginación de su hermano le había traído buenas memorias o algo por el estilo ya que soltó una pequeña risilla.

—Eh, Nico cariño, deja de pensar en el tesoro que tienes pescado y mejor ayúdame a ajustar esta corbata, ¿te parece?—su voz era rígida y dulce al mismo tiempo, y guardaba ese deje de risilla en ella. Una oración en medio de "Vuelve a la realidad, tonto, que tienes cosas MÁS importantes que hacer" y "Sé que estás pensando en el Sr. Rayitos de Sol, tonto."

—¿Qué? Ah, si, ya puedo—ella se apartó con una sonrisa complacida en el rostro, mientras que el pelinegro intentaba que sus manos dejaran de temblar para poder atar la maldita corbata bien.

  Hazel soltó una risa ante la torpeza de su hermano y, con ayuda de sus uñas pintadas de dorado, anudó bien el pedazo de tela en el cuello de su hermano.

—Estás remarcablemente nervioso, Nico. En serio, pareces un chihuahua—había un brillo juguetón en esos ojos dorados, resaltando su vestido color crema hasta la rodilla pomposo con brillos en dorado que definitivamente había sido idea de Piper.

—Estoy nervioso. Yo... yo no sé si él... es decir, ¿qué tal si se arrepiente? ¿Si decide que no lo valgo? Por todo lo que sé él puede haber escapado y yo...

  Una cachetada lo interrumpió e instintivamente se llevó la mano a la mejilla, más que de dolor en sorpresa.

—¡¿Pero qué dem...?!

—Nico, ego amo te, pero sinceramente, ya nos tenías a todos hartos con tanto palabrerío. Piper amenazó con golpearte ella misma si yo no lograba callerte y Percy estaba a punto de utilizar a Contracorriente para sacarle la mierda a Will hasta que firmara un contrato donde accediera a no salir corriendo el día de su boda. Y no queremos a tu lindo novio manchado en su propia sangre, agonizando en el hospital por heridas de espada, ¿o sí?—esta vez la voz de la morocha no era rígida, era suave y cargada de algo que Nico no podía identificar bien. ¿Se estaba burlando de él o simplemente le estaba hablando como si fuera un niño pequeño? Misterios de la vida que jamás lograría conocer.