Tráeme la pistola y el café e intenta convencerme de que no lo tengo que hacer. Dame los buenos días y dime que no nos veremos en la otra vida, quita el seguro y apúntame en la sien. Un buen día para despedirme de mis seres ya no queridos y para decirte que no te volveré a ver. Cuida del perro, si de él sí que puedes, y saca la basura y mi cadáver después de las diez. No me dejes aquí, que la casa ya huele a muerte, y mientras recoges mis restos fríete el bacon en la sartén.
Recoge el periódico a la mañana siguiente, y si te encuentras al vecino, dile que salí de viaje y no sabes cuando volveré.
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Confesiones de una poeta
PoesiaEsta obra y "Un poema de amor para cada día" van prácticamente unidas y probablemente vaya alternando sus actualizaciones. Simplemente las separo porque la otra obra es para poemas y esta es prosa poética o poemas en prosa, un híbrido que realmente...