Morgan
—¿Entonces eres algo así como los que no se esfuerzan en nada y salen bien?
—Más o menos.
—¡Pero es increíble!—Exclamó la rubia, asombrada—. Pasas más tiempo haciendo quién sabe qué en la calle que en clases. Te he visto en matemáticas como tres veces este curso.
—Si no te hubiese hablado, no notarías que prácticamente todos los años estamos en el mismo curso.
—Eso no puede ser verdad.
Ashton rodó los ojos y sonrió.
Luego de recibir las notas del parcial de historia, todos los estudiantes se dirigían al comedor. Morgan había dedicado toda la noche y parte de la madrugada a estudiar, pero aún no podía creer que Ashton hubiese sacado un sobresaliente. Pensaba que tenía notas normales o incluso bajas, pero no podía creerle al chico.
—Claro que sí. Llegaste aquí hace tres años ¿cierto?—Morgan asintió—. Bueno, tu primer curso fue con la profesora morena de biología, el profesor Pitts en geografía, Priests en matemáticas, y la profesora rubia que da educación física y arte. No recuerdo al resto.
Morgan asintió incrédula. Recordaba a la perfección el primer año que pasó en el instituto, y cómo todo el mundo la miraba expectante. Se pasaba las horas sentada al frente para evitar entablar con una conversación con sus compañeros y corría a esconderse en los árboles durante el almuerzo. Había visto a Ashton por los pasillos, pero nunca llegó a hablar con él.
—¿Cómo lo sabes? No te recuerdo en ninguna clase.
—Pero estuve en cada clase. La única que no compartimos fue lenguas y educación física. Detesto lenguas.
Cruzaron las puertas de la cafetería y Morgan buscó la mesa de sus amigas. Katheryn estaba mirándose en un pequeño espejo circular mientras su almuerzo reposaba en la mesa, pero ni Lauren ni Ellen estaban ahí.
Se acercaron a la mesa y Morgan saludó alegremente a su amiga.
—¿Qué tal todo, Kat?
—Hola, Morgan—Le sonrió fugazmente y miró a Ashton—. Hola.
—Hey.
Su amiga guardó el espejo en su bolsillo y abrió la bolsa de sus cubiertos.
—¿Dónde están Ellen y Lauren?
—No lo sé, Ellen quería ir al baño y Lauren le recordó algo de unos apuntes.
—Ah, vale.
Morgan asintió, mirando a Ashton. A diferencia de ella, el chico no tenía almuerzo. Tenía su mentón apoyado en una mano mientras miraba al vacío desde sus lentes de sol oscuros.
—¿No vas a comer?
Ashton la miró.
—No tengo hambre.
—¿Por qué no?
—No lo sé, mamá. Simplemente no estoy acostumbrado a almorzar a esta hora.
Morgan hizo una mueca.
—Eso es extraño.
—Ya sabes lo que dicen—El pelirrojo sonrió—. Soy más extraño que tú, que tus tres...
—¡Ashton!—Le gritó, cortándolo. No quería que se burlase de sus amigas. Y menos frente a una de ellas.
—No me grites.
—Perdón.
Katheryn se removió en su asiento con incomodidad. Había escuchado su conversación, pero no demostraba ningún interés en participar hasta el momento.
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94 Días.
Teen FictionMorgan vive escondida tras la traumática experiencia de su pasado, tratando de pasar desapercibida por todos los demás. Vive la vida como una sombra para sus compañeros, pero sabe mejor que nadie que las apariencias pueden engañar. Y es exactamente...