Capítulo 3

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POV ANGIE

Cuando terminaron de ensayar Derek se fue a su casa, y yo me quede a esperar a papá. Como de costumbre salió enojado, no se detuvo para saludarla y se siguió derecho sin importa si su hija lo seguía o no. Su padre tenía su automóvil en el estacionamiento, así que cuando llego al ascenso, ya no lo siguió. Al fin y al cabo me iría caminado sola, no era tan tarde y no habría tanto peligro de secuestro, o eso esperaba.

Durante todo el camino pensé en todo lo que le había contado a Derek, y todo lo que Derek me había contado. Prácticamente le conté todo lo que era, le hable sobre mi hermana, a nadie le hablaba sobre ella, cuando Astrid quedo en silla de ruedas me prometí a mí misma que nunca hablaría de mi hermana y nunca le contaría a nadie que tenía una hermana, solo si esa persona era mega importante, sólo se lo contaría a alguien como su futuro esposo. Pero con Derek tuve una extraña sensación de abrir la boca y contarle todo, aunque no lo conozca.

Cuándo Astrid se entere...

Cerca de llegar a casa apague la fantástica música que venía escuchando en el camino, guarde mis audífonos en el bolsillo de mi suéter y me percaté de que el auto de mi padre estaba estacionado afuera, algo que me sorprendió mucho, pensaba que él estaba en algún bar de la zona. Entré en la casa y mamá me recibió con una expresión bastante angustiada.

-¡Oh, Angie, creí que te habías perdido!, le estaba diciendo a tu padre que era su culpa que...

-No fue su culpa -intente tranquilizar a mi madre, no quería que culpara a papá de una decisión tan simple que yo había tomado-, fui yo la que decidió irse sola.

Mamá se quedó callada, miro un momento a mi padre, que estaba sentado detrás de ella, y de nuevo a mí. Podía sentir que tenía la culpa de la pelea que se había organizado antes de que yo hubiera llegado, todo era culpa de mi mente. Tenía que hablar con mi hermana.

-Lo siento, Edgar, por haberte culpado -se disculpó mi madre.

Fue ahí donde me di cuenta de la realidad, me di cuenta de que mis padres ya no eran felices juntos, y si seguían casados hasta ahora, era únicamente por mi hermana.

Me seguí derecho y subí por las escaleras que llevaban a las habitaciones. Toque la puerta con los nudillos cuando ya estaba afuera de esta y Astrid contesto con un "pase". Ella se encontraba frente a la computadora estudiando, después de todo lo que sucedió ahora terminaba la Universidad por internet. Su habitación estaba ordenada, no como la última vez.

-Hola, Angie –me saludó -, ¿Qué pasa?

-Hola, As -así le decía de cariño-. Estoy bien –le mentí y como siempre, sentí una piedra caer en el estómago.

-Sé que no estás bien -despego la vista de la computadora y escrutó mi rostro, lentamente movió la silla hacía atrás, para estar cerca de la cama. Cuando ya estaba cerca de la cama, con una seña, me indico que me sentara detrás de ella-, ¿Qué pasa?, ¿tiene que ver con mamá y papá?, y no mientas, nunca me vienes a ver a menos de que sea importante.

"nunca me vienes a ver"

Ese comentario me dolió mucho.

-Lo siento –fue lo único que se me ocurrió y me prepare para su reacción a lo que le diría a continuación -. Es que me prometí a mí misma que jamás le contaría a nadie sobre ti, a menos que esa persona fuera mi futuro esposo. Y......

-¿Derek Grey?- me interrumpió arqueando las cejas, se le dibujo una sonrisa.

-Sí –le confesé con nerviosismo-. ¿Cómo supiste?

Apuesta de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora