X soltó una carcajada muy perturbadora, digna de aparecer en una película de terror. Su madre no supo que responder. Estaba en estado de shock. ¿Su hijo... era un psicópata?
—Debía hacerlo —continuó X—, debía hacerlo... todos merecían morir. ¡Todos merecen morir!
Dicho esto, salió corriendo de su propia casa, al mismo tiempo que su madre estallaba en sollozos. Aún no había terminado con su plan.
X se paró en un descampado cercano al instituto, donde recogió un misterioso paquete que él mismo había dejado allí la noche anterior. Abrió el paquete, y sacó un viejo revólver y una sola bala. Cargó el revólver, y gritó:
—¡Os odio!¡Os odio a todos!¡Vosotros me habéis hecho así!
Nada más terminar su discurso, metió el cañón del revólver en su boca. Apretó el gatillo. Todo había terminado.
Nadie sabe quién es X, nadie sabe su nombre, su edad, su género... nada. Sólo conocemos su historia. Pero, ¿Quién dice que esta no puede ser tu historia?
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Psycho
Short StoryDicen que las apariencias engañan. Y es cierto. Este es el caso de X. No sabemos si es chico o chica, su nombre, su edad, dónde vive... sólo su historia. X era alegre, enérgico (o enérgica), siempre llevaba una sonrisa en los labios. Pero eso era si...
