Aunque no nos veas

Sólo esta enfermo

¿Dónde estará el capitán?-pregunto Gunter a sus compañeros con los cuales estaba desayunando- no lo vi durante el entrenamiento y tampoco vino a desayunar.
-Es extraño, el capitán no suele faltar a ninguna actividad entre semana- respondió Erd- ¿se habrá quedado dormido?
-Ja, él no es un flojo como ustedes, obviamente esta entrenando en alguna otra parte, aquí los demás sólo le estorban- parloteo Auro con su muy mala imitación de Levi
-¿Te encuentras bien Petra?-Erd la observó extrañado pues ella siempre le decía algo a Auro por su maldita manía de imitar- no has hablado en todo el rato que llevamos aquí
-Tengo sueño
-Ya te hemos dicho que no hables con Hange por las noches, se le alborota el cerebro más de lo normal a esas horas
-No hablé con ella Gunter, me dio insomnio eso es todo
-¿Y el capitán?
-¡¿Eh?!
-¿Qué si sabes algo del capitán Levi? No me hagas repetir las cosas sorda

Petra empezó a escanear lentamente el comedor

-¿No habías notado su ausencia? ¡Vaya subordinada que eres!
-Auro déjala en paz, dijo que no había dormido bien, lógicamente no está prestando atención- la defendió Erd.
-Está enfermo...él capitán esta enfermo, así que ni se les ocurra ir a molestarlo- ordeno ella en un tono algo fuerte
-Oigan, ¿es idea mía o él capitán siempre se enferma gravemente por estas fechas?-señaló Gunter
-Eso es cierto, suele darle resfriados y aun así se mantiene activo pero una vez al año Petra siempre dice que esta enfermo y ni siquiera se le nota- añade Erd, recordando que esto no ha pasado sólo una vez.
-No se ve mal pero no esta al cien...Eso es un poco extra...
-Cállate Auro - interrumpe la joven dando un golpe sobre la mesa
-¡No me grites! Le diré al capitán sobre tu comportamiento y te reprendera por ello
-Te he dicho que no deben molestar al capitán y menos por asuntos tontos
-Calmense los dos, debemos ser comprensivos con nuestro capitán...quizá algo de esta temporada del año le desate alguna alergia y eso hace que no se encuentre en condiciones para aguantar tantas cosas, tenemos que apoyarlo con nuestro buen comportamiento, ¿cierto Petra?
-Efectivamente Gunter
-Comencemos a portarnos bien entonces porque ahí viene el capitán- advirtió Erd moviendo los ojos hacia la puerta-

Al comedor entró un Levi a paso lento y con la misma expresión neutral de siempre, Un recluta le dio su taza de té, un pan y un plato con arroz. El caminó hacia la mesa donde se encontraban sus subordinados y se sentó ahí.

-Buenos días, capitán- saludaron los cuatro.
-Buenos días - contestó él fríamente y luego comenzó a desayunar.
-¿Se siente mejor? ¿Desea que le ayudemos en algo?- soltó Auro ante el silencio que se había hecho.
-Levi lo miro extrañado
-Petra nos dijo que usted está enfermo - comentó Erd- le apoyaremos en todo lo que usted necesite
-Levi movió sus ojos hacia la derecha, donde se encontraba una Petra con la cara triste- sólo hagan sus actividades bien y obedezcan al comandante
-Si señor - contestaron todos a la vez. Después de eso Petra se levantó de su asiento, ella estaba dispuesta a irse, no le gustaba ver mal a su capitán al cual también consideraba su mejor amigo, entre menos lo viera mejor, pensaba ella.
-¡Petra!-la detuvo él- necesito que vayas a mi oficina en cuanto termines tus tareas.
-Entendido capitán

Horas mas tarde

Petra término sus deberes y fue hacia la oficina del capitán. Al llegar ahí no tocó la puerta al instante, primero se detuvo a ver la puerta recordando lo que había pasado la noche anterior, respiro profundamente y luego tocó la puerta.

-Adelante
-Con su permiso- la joven soldado entró y cerró la puerta. Vio a su capitán llenando unos documentos detrás de su escritorio.
-Toma asiento - dijo sin alzar la vista. Ella obedeció, una vez sentada frente a Levi, él dejo su pluma sobre el escritorio y la miro fijamente- ¿enfermo?-dijo alzando una ceja- ¿por qué?
-Levi...auque no lo creas todos notan lo que te sucede, en especial yo y bueno eso es lo único que se me ha ocurrido decirles a ellos para que no te molesten.
-No se de que hablas, soy igual que siempre
-Claro que no, es cierto que eres serio pero cada año por estas fechas andas más distante, casi no te vemos y nos das las ordenes por escrito. Siempre es lo mismo. Una noche al año, te quedas allá afuera viendo el cielo hasta que ya no puedes más y al día  siguiente andas así.
-¿Cómo?
-Deprimido y no me vengas con que estas igual que siempre porque sabes que no es así. Se que algo sucedió y que el comandante y tu estuvieron involucrados, algo te pesa pero no se que es y no pretendo que me lo digas sino quieres, aun así cuantas conmigo y yo me he de encargar de que nadie te moleste en estos días
-Asesine a mis amigos - soltó Levi- en realidad Erwin y yo los asesinamos pero al parecer sólo yo he aceptado esa responsabilidad.
-No entiendo
-¿Estas ocupada?
-No, ya termine mis deberes
-Te puedo contar la historia si quieres
-Mejor dicho si tu quieres, no tienes que contarme nada, no te preocupes no he mal pensado nada ni lo haré, confío demasiado en ti
-Y yo en ti, te contare todo porque tengo que sacar esto de mi ser.
-Te escucharé entonces

Levi comenzó a contarle prácticamente toda su vida anterior a la legión de reconocimiento. Petra sólo escucho atentamente sin decir absolutamente nada.

-Ahora sabes toda la verdad
-¿Puedo decirte lo que pienso?
-Si
-No te enojes pero el comandante Erwin tiene razón. Ninguno de los dos tiene la culpa de lo que paso con Farlan e Isabel, tu trataste de protegerlos hasta el final, por eso fuiste sólo hacia el frente de la formación. Erwin por su parte no les dijo nada y los trajo hasta acá porque seguramente Lobov los asesinaria en cuanto cumplieran con su trabajo-suspiro y se levantó de la silla, camino hacia el capitán y colocó su mano sobre el hombro de Levi- tus amigos pudieron haberte hecho caso e ignorar la oferta pero no lo hicieron, tu confíaste en ellos y en tu instinto...que las cosas salieran mal no fue culpa de nadie.
-¿Realmente piensas eso?
-Si, deja de culparte y sigue ayudando a la humanidad
-Gracias Petra en serio gracias 

Levi se levantó y abrazo a su amiga fuertemente, escuchar aquellas palabras de parte se alguien diferente a Erwin, lo tranquilizaban.

-Ellos están contigo siempre aunque no puedas verlos. Tus amigos te cuidan de ti ahora- comentó la chica mientras daba palmadas en la espalda de su pequeño amigo.