Capítulo 17 Llegadas en medio de la batalla

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-¡Razone señorita Hiriko! ¡Lo que hace está mal! -gritó Ai mientras se levantaba del suelo donde había caído luego de recibir un golpe de la taiyoukai, aunque ese golpe no hubiera sido problema si la luna no estuviera a un alba de volverse roja.

-¡Hermana no hay caso! -le dijo Hiei mientras chocaba su espada contra el arma de la youkai.

-Ustedes deberían estar preocupados por sus vidas que mis decisiones ¡Mañana al amanecer la luna se tiñe de rojo! -Esas palabras dichas por la morena causo un gran estremecimiento en los niños, los cuales abrieron los ojos en asombro- ¡Exacto, lo sé! ¡Sé que pueden desaparecer de por vida al llegar el alba! -dijo la mujer en un tono muy alto como queriendo que los otros cercanos a ella lo escuchasen, en los cuales entre ellos estaba Kagome...

-¿Q-Qué? -fue lo único que alcanzó a decir Kagome soltando una última fecha a una docena de youkai- Ai, Hiei ¿eso es verdad? -preguntó con nerviosismo y angustia, pero solo consiguió ver como los pequeños miraran para otro lado mientras se aferraban con fuerza a sus espadas.

-Si... pero no es un problema, acabaremos rápido -dijo Hiei con una sonrisa que bien pudo haber sido fingida, pero Kagome no puedo saberlo.

La azabache quiso replicar a su hijo menor pero más demonios aparecieron ante ella haciendo que empezara a luchar sin tener oportunidad de hablar con sus hijos...

Mientras el grupo encabezado por Ignis se encontraban cada vez más cerca de lugar al igual que el grupo de Sesshomaru, pero en estos momentos el más cercano era el de Ignis, quien planeando los cielos se acercaba con una sonrisa a la zona de batalla.

-Oh miren, hay más persona de los que creía -dijo con voz burlesca el demonio pelirrojo mientras sus alas extendidas en el cielo daban un gran aleteo llamando la atención de los que luchaban en tierra...

Los demás, incluyendo a F-Naraku y Hiriko, miraron asombrados al demonio alado de ropas cromáticas junto a otro ser de cuerpo peculiar y detrás de ellos las cuatro extensiones de Naraku; Kanna, Kagura, Hakudoshi y Akago, las cuales no se podían mover a voluntad.

-Vaya, pero si aquí estaba mi otro juguete -dijo con burla el pelirrojo demonio mientras miraba a F-Naraku.

-¿Y tú quién diablos eres? -indagó el azabache mientras separaba la espada de Inu de su arma.

-Soy quien dominara este mundo para mi amo -dijo Ignis mientras en sus manos se formaban esferas de fuego para su ataque.

Los gemelos miraron en shock al hombre alado, lo había visto antes hace como dos años, era uno de los sirvientes más fieles de Lucifer, hermano de Mephisto, pero verlo ahora y en su dimensión era lo más sorprendente, pero teniendo en cuenta esto, entonces que aparecieran demonios del infierno ya tenía su explicación...

-Fireworm es mejor que comas ya tu comida y llegar a su fase adulta -dijo con frialdad el pelirrojo mientras lanzaba las llamas de fuego a Inuyasha con tal de apartarlo de Naraku.

El ser de aspecto extraño al escucharlo solo asintió y con una rapidez asombrosa se dirigió a donde se encontraba Naraku intentando librarse de las llamas, Hiriko al ver aquello estaba por ir salvarlo pero los gemelos se le lanzaron encima al mismo tiempo que Fireworm extendía su mano con sus garras listas para el ataque...

Por otra parte, acercándose lo más rápido que podían, el grupo del lord del Oeste se encontraba a solo minutos de llegar, pero como saben, incluso los minutos en una batalla son muy importantes...

Jinaa se encontraba preocupada mientras se aferraba un poco a la manga del traje de su padre, su espada no había dejado de palpitar y eso solo significaba problemas, en su mente pedía a gritos poder llegar a tiempo.

NO QUIERO ESTAR SIN TI :OTRO VIEJE AL PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora